La Guardia Civil advierte de lo que pasa en la carretera de los pinchazos tras recoger siete kilos de clavos

Más allá del peligro que supone desde el punto de vista de la seguridad vial, pinchar en carretera es uno de los mayores problemas que se les pueden presentar a un conductor en carretera.

Por un lado la mayor parte de los automóviles no disponen ya de rueda de repuesto y por el otro los líquidos que llevan en el kit del maletero sirven de poco o de nada a la hora de arreglar el neumático.

Sin rueda de repuesto

Es por ello que la Guardia Civil hace meses que ha abierto una investigación por lo que está ocurriendo en una tranquila carretera cercana a Burgos que los propios vecinos han apodado como la carretera de los pinchazos, y es que hay decenas de vecinos que evitan usarla cómo sea por el riesgo real que existe de averiar un neumático.

La Guardia Civil guarda silencio, aunque reconoce que las investigaciones están abiertas y van en la buena dirección, mientras en paralelo reconocen haber recogido ya entre seis y siete kilos de clavos entre los arcenes y en la propia carretera.

Clavos con punta

Se trata de un hecho insólito que supone un riesgo importante para los usuarios de la carretera, pues tal y como muestran las estadísticas de la DGT el riesgo de atropello tras sufrir un incidente como un pinchazo que obliga a bajarse del coche es muy real, por lo que invita a los conductores a hacerlo siempre en zonas perfectamente adecuadas para ello.

La BU-800 es una tranquila carretera cercana a Burgos que une las localidades de Burgos con Cardeñadijo, Carcedo de Burgos y Cardeñajimeno y que tan sólo cobró protagonismo en primavera de este año tras la construcción de un carril bici de 15 kilómetros.

Si bien según explican los vecinos, la mayor parte de los problemas y los pinchazos se han registrado en el acceso a Burgos, en el puente con la A-1 y con la BU-11.Hechos inconexos que están obligando a la Benemérita a aplicarse a fondo para ver qué es lo que está ocurriendo.