La Plaza de Castilla completamente colapsada

El atasco del siglo

Miles de conductores bloquean la rotonda más grande de Madrid durante 30 minutos al entrar todos a la vez

La falta de pericia y conocimiento de los conductores a la hora de conducir en las rotondas ha provocado uno de los embotellamientos más importantes que se recuerdan en la capital

Está siendo una semana de récord en Madrid en lo que se refiere a lluvia y mal tiempo, los restos del huracán Milton han llegado hasta aquí en forma de tormentas y trombas de agua que están generando un verdadero caos circulatorio durante toda la semana.

Más lluvia, más coches

Lógicamente cuando llueve se dispara el uso de los vehículos particulares y el tráfico de la capital muestra todas sus carencias.

La normalidad tardó horas en llegar al lugar

En este caso los vecinos de la Plaza de Castilla, quizá la más importante en volumen de tráfico de toda la capital, mostraron recientemente en un vídeo cómo fue la hora punta en plena tormenta.

Hora punta y más

En las imágenes se puede ver la Plaza de Castilla absolutamente colapsada por los cinco accesos y las cinco salidas que tiene a calles de considerable tamaño.

El problema es que el elevado volumen de autobuses, la Plaza de Castilla tiene uno de los intercambiadores más grandes de Madrid, junto con la elevada densidad de coches particulares, taxis y similares provoca que se bloquee con relativa facilidad.

No hay un sólo metro cuadrado sin coches

En este caso los propios vecinos hablan de más de 30 minutos con los coches absolutamente parados, aunque es un fenómeno que comienza a ser habitual en determinadas rotondas de la capital como la conocida como la rotonda de Las Tablas, encima de la A-1, que es habitual encontrarse absolutamente colapsada.

El problema parte también de los conductores, que hacen lo que sea por entrar a las rotondas a toda costa y cuando hay más coches dentro de los que debería, simplemente se bloquea.

Las rotondas fueron una solución muy habitual de los años 2000 pero el paso del tiempo está demostrando que no son tan funcionales como parecen, por un lado se bloquean con cierta facilidad al querer entrar desde todas las direcciones simultáneamente y por otro los conductores muestran carencias de aprendizaje a la hora de hacerlas.