Industria
La señal de tráfico clave para el coche eléctrico que muestra la absoluta dejadez del Gobierno con el automóvil
Los hechos demuestran que la electrificación del automóvil es inviable sin la colaboración activa de la Administración, ya que, más allá de las ayudas, se le exige un marco legal que regule aspectos esenciales, como los cargadores
Que las ventas de coches eléctricos van por mal camino es un secreto a voces. Hace ya meses que el sector reclama a la Administración que ‘se ponga las pilas’ para tirar de un sector que supone más del 11 % del PIB nacional y emplea a más de 600.000 personas en un país que es el segundo fabricante de automóviles de Europa por volumen.
Pero una cosa es que las ventas de coches eléctricos no vayan al ritmo esperado, tal y como ocurre en Francia ( 16 %), Alemania (18 %) o Portugal (18 %) y otra es que sean una verdadera ruina, tal y como ocurre en España, con unas matriculaciones acumuladas este año que no llegan ni al 5 %.
Empuje público
Aunque la electrificación se planteó en Europa hace unos cinco años como algo equivalente a la sustitución de las televisiones en blanco y negro por las de color en los años 70, la realidad es que se trata de un fenómeno mucho más complejo que exige la intervención medida y certera por un lado de Bruselas y por otro de los ejecutivos de cada país.
Vale de poco que los fabricantes inviertan miles de millones de euros y lancen al mercado coches eléctricos impensables por su calidad hace sólo unos años si el papel del Gobierno es tan nefasto como el que ha demostrado tener en España en materia de apoyo al automóvil.
Ya lo dijo Wayne Griffiths
Lo decía hace menos de un año Wayne Griffiths, presidente de la patronal del automóvil Anfac, cuando dimitió en primavera, «me voy por la inacción del Gobierno». Es absolutamente impensable plantearse la electrificación de un mercado con el precio de los coches eléctricos sin determinadas ayudas e intervención pública.
Por un lado nos referimos a ayudas y subvenciones directas a la compra, que en España se cobran tarde mal y nunca, como se dice popularmente. Ayudas que gravan la declaración de la renta y que además se tardan más de dos años en cobrar, un verdadero desastre.
Más que ayudas
Más allá de las subvenciones, el Gobierno debe crear el marco legal para el desarrollo de una red de recarga de calidad y en estado óptimo de funcionamiento.
En España hay actualmente entre 35.000 y 37.000 puntos de recarga, con un número indefinido de ellos que no funcionan o que son lentos e ineficaces para cubrir las necesidades de los conductores, la otra pata del banco que demuestra la «ineficacia» a la que aludió Wayne, presidente de Seat y Cupra.
Pero existe un detalle aún más sencillo que demuestra la completa pasividad del Gobierno ante el sector del automóvil. Aunque parezca mentida España aún no ha desplegado ni siquiera las señales que indican la presencia de cargadores y áreas de recarga.
Es posible recorrer los más de 165.000 kilómetros de la Red Nacional de Carreteras sin encontrarte una sola señal que indique la existencia de cargadores para vehículos eléctricos, lo que exige al propietario de un coche eléctrico de un ejercicio de pericia extra para ‘adivinar’ dónde puede cargar su eléctrico.
Más de dos años de retraso
En un país con un catálogo de señales compuesto de más de 400 referencias y en el que la DGT ha autorizado tanto a autoridades locales (ayuntamientos), como a comunidades autónomas el despliegue de señales que no están contenidas en su catálogo y que en ocasión son de difícil comprensión, resulta complicado entender que no exista ni una sola señal en todo el territorio nacional que indique que un desvío da acceso a un cargador o que al pie de la carretera disponemos de una red de recarga.
Las empresas de carga como Repsol, Zunder, Iberdrola... han diseñado estrategias propias como mástiles y tejados que permitan intuir a los conductores a distancia que están frente a un área de carga, pero nada homologado.
Soluciones de circunstancias
La realidad es que las señales existen y fueron aprobadas el 8 de abril de 2022 por la instrucción MOV 2022/12, y desde entonces el asunto está en el ministerio de Transporte, que está regulando dónde y cómo deben colocarse estas señales, Dos años para un mero trámite administrativo que debería ser inmediato, o al menos buscar un ‘atajo’ que permita a los propietarios de eléctricos disponer de algo tan básico como son estas señales.
Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) explica que «Estamos pendientes de que se publique de forma inminente la orden del MITMA que regula esta señalética», una situación que dura ya meses.
Mucho nos tememos que aunque Anfac cuenta con nuevo presidente, Josep María Recasens, desde julio de este año, la situación va por el mismo camino y la Administración sólo va a seguir mirando hacia el sector del automóvil para recaudar impuestos, tasas, multas…