Un descuido del Ejército norteamericano desvela cuál cree que es el combustible del futuro para los coches

Que el Ejército de los Estados Unidos es uno de los dos más importantes del mundo no es ningún secreto, cualquier compra o adquisición es mirada con lupa en todo el mundo, pues es capaz de marcar las tendencias que va a seguir el resto del planeta en materia de seguridad.

La prioridad en los vehículos de defensa es la fiabilidad absoluta y que sean capaces de asegurar la movilidad de tropas y material en cualquier circunstancia, por lo que los Estados Unidos hayan desvelado el tipo de motores con los que contarán algunos de sus últimos vehículos es un dato a tener muy en cuenta.

Motores para todo

En concreto se trata de los GM Next Gen, un vehículo tipo pick up de última generación para el transporte de tropas y material que es una de las alternativas más probable que valora el US Army para la renovación de su flota de vehículos de apoyo.

En este caso se trata de un vehículo fabricado a partir del Chevrolet Silverado por la división GM Defense, aunque como es habitual este coche tiene poco que ver con el original.

Blindado o no...

En este caso estaríamos ante un vehículo de combate que puede ser blindado o no y que se caracteriza por un esquema híbrido no enchufable, es decir combina un motor de combustible con dos eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero.

Esto le permite disponer de tracción integral en cualquier circunstancia además de ofrecer un modo silencioso para misiones que lo requieran, pues el coche puede circular en modo 100 % eléctrico durante unos kilómetros.

El secreto de la corona

Pero lo más sorprendente es el combustible que mueve el motor de combustión: ni gasolina ni hidrógeno ni nada parecido. Se trata de un motor convencional diésel alimentado por gasóleo. En concreto se trata de un 2,8 litros de 200 caballos.

De esta manera este combustible tan denostado en Europa sigue dando la cara en muchos lugares del mundo. En este caso el ejército de los Estados Unidos ha valorado el elevado par de este tipo de propulsores, la fiabilidad y su robustez. Todo eso sin olvidar que su bajísimo consumo permite mayor movilidad a las tropas sin necesidad de repostar.

Una serie de claves que dicen mucho sobre hacia dónde se dirige el futuro de los propulsores, electrificados parcialmente y con la alternativa razonable que suponen los motores de gasóleo, algo que parece que hemos olvidado en Europa.