Así es la pequeña pegatina de miles de propietarios

Electrificación

La polémica pegatina que miles de propietarios de Tesla han puesto en sus coches

Miles de estadounidenses están usando sus Tesla para hacer llegar un mensaje directo al propietario de la compañía tras los últimos acontecimientos

Las elecciones en los Estados Unidos han servido para el que multimillonario propietario de Tesla haya mostrado públicamente su apoyo a la candidatura de Trump, que ha correspondido su apoyo llevándole a muchos de sus mítines y prometiéndole un puesto de responsabilidad en su Gobierno.

En este caso, numerosos norteamericanos se han sentido engañados por el apoyo económico y público del creador de Tesla, que podría ver afectados negativamente sus negocios por esta toma de posición tan llamativa.

¿El error de Musk?

Hay que tener en cuenta que muchos de los compradores de Tesla simpatizan con Kamala Harris y sus ideas demócratas, por lo que se sienten traicionados por Musk, que está apoyando públicamente a un candidato que se ha mostrado contrario al coche eléctrico en numerosas ocasiones.

Musk junto a Trump en uno de sus mítines

Es cierto que durante la campaña Trump ha tratado de suavizar su oposición al coche eléctrico y en algunas ocasiones ha declarado apoyar este tipo de vehículos, pero salvaguardando siempre a la industria tradicional norteamericana del automóvil.

Cambio de postura

Se trata de un sinsentido que ha llevado a muchos propietarios de Tesla a lucir una curiosa pegatina en sus coches, en las mismas puede leerse: «I bought this before Elon get crazy».

La pegatina que cuestiona a Musk

Algo así como yo me compré este coche antes de que Elon se volviera loco. Toda una declaración de intenciones que podría costarle muy caro al millonario norteamericano, sobre todo ahora que ni el coche eléctrico ni su marca pasan por su mejor momento ni en el mercado norteamericano ni en el mundial.

Hay que tener en cuenta que el mercado norteamericano del automóvil no atraviesa por su mejor momento, con una guerra abierta entre los vehículos tradicionales con grandes motores de gasolina y los nuevos eléctricos, que no terminan de calar entre los compradores salvo en estados muy concretos como California. Mientras, los coches chinos directamente son considerados como el enemigo.