Electrificación
Así quiere acabar Europa con los coches diésel: de prohibir la venta de gasóleo a castigar su uso con impuestos
Como la electrificación no va por el camino que debería, en Europa han comenzado a penalizar el consumo de combustibles tradicionales
A día de hoy nadie puede negar que los coches diésel han caído en desgracia, el escándalo de las emisiones de 2017 puso en el punto de mira a este tipo de motores cuando vivían su época dorada.
En aquel momento los coches diésel de la época homologaban consumos en torno a los 4 litros a los 100 kilómetros y de acuerdo con lo que decían por entonces algunos fabricantes aún tenían camino por delante para reducir aún más las emisiones.
Muy buscados...
Hoy, en plena electrificación, marcas e instituciones públicas se muestran sorprendidas por los excelentes resultados de los coches diésel en el mercado de segunda mano, pues siguen siendo los más buscados y los más vendidos, mientras que el consumo de gasóleo para automoción apenas cae y se mantiene estable pese a todo.
De hecho, en 2023 se consumieron en España 21,65 millones de toneladas de gasóleo por 22,19 de 2022, una reducción mínima.
Unos datos sorprendentes si tenemos en cuenta que en el mercado de coches nuevos los motores de gasóleo prácticamente han desaparecido de las gamas, lo que quiere decir que los compradores no compran coche diésel porque las marcas apenas los ofrecen.
No hay coches nuevos diésel
Ante esta situación, algunos mercados han optado por tomar medidas que penalizan a los coches diésel directamente, lo que al final acaba por perjudicar a los usuarios con menos recursos que no tienen acceso a un coche nuevo híbrido o eléctrico.
Así, hace solo unos días París anunciaba que tan solo 10 gasolineras dentro de la capital seguirían vendiendo gasóleo, tras prohibir comercializarlo a cuatro estaciones de servicio.
Alemania e Italia han optado por castigar el consumo de gasóleo a los conductores incrementando el precio del litro de carburante.
Para ello, en ambos países van a entrar en vigor medidas para encarecer el litro de gasóleo, unas medidas que básicamente consisten en la eliminación de las ayudas fiscales que tienen en la actualidad y que le permiten ser más barato que la gasolina.
Alemania, Italia, España...
En Alemania, el Consejo Federal habla de cambiar los privilegios fiscales con los que cuenta el gasóleo por el regreso del bono medioambiental que subvenciona la compra de coches eléctricos.
Mientras, en Italia se habla de una nueva tasa al diésel para equipararlo al precio de la gasolina. El plan es aplicar subidas graduales de precio hasta igualar los impuestos de la gasolina, que en este caso rondan los 73 céntimos por litro.
Pese a que en España por el momento no se ha escuchado nada en este sentido, conviene no olvidar que en 2020 los primeros presupuestos generales de Pedro Sánchez contemplaban un impuesto al diésel dentro del Plan de Recuperación del Gobierno, algo que podría no estar tan lejano como parece.