Echar un litro de gasolina en el depósito de tu coche diésel: el consejo de cuñado que puede romper el motor

El universo de los combustibles no deja de sorprendernos, hace años que corre el rumor entre aficionados, cuñados y sabelotodos en general de que cuando se aproxima el invierno es buena época para echar un litrillo de gasolina en el depósito de los coches diésel.

Los más ‘expertos’ llegan incluso a hablar de un doble beneficio, por un lado esta acción permite que la gasolina limpie los conductos del gasóleo, además de los los inyectores y los filtros.

Ni en sueños

Esta afirmación tiene cierta base, pues hay que tener en cuenta que el gasóleo es un combustible más ‘sucio’ en su composición y que deja residuos más aceitosos por donde pasa.

Por otro lado el supuesto beneficio es que la gasolina reduce la temperatura de congelación del gasóleo, lo que evita que se cristalice en el depósito y en los filtros.

Esto último es ya una sandez en sí mismo, pues las distribuidoras de carburantes ya se encargan de que el gasóleo de invierno tenga una temperatura de congelación más baja gracias a los aditivos, por lo cual es absolutamente innecesario.

Mejor evitar sandeces

Respecto a la limpieza de conductos, válvulas e inyección conviene matizar que podemos lograr el efecto contrario, pues los coches diésel modernos están fabricados con sofisticados filtros y catalizadores que hace que haya que poner en duda esta afirmación.

De hecho lo que podemos provocar es una avería porque el vehículo detecte la presencia de un producto extraño en el combustible y decida activar un modo de protección y deje de funcionar.

De hecho existe el rumor muy extendido que antes de ir a pasar la ITV es bueno echar un litro de gasolina al depósito de los diésel para reducir las emisiones, tal y como hemos dicho, una verdadera barbaridad desde el punto de vista mecánico que conviene no poner nunca a prueba.