Mercado
Un mecánico de ITV avisa del truco oculto de muchos SUV para cobrarte 6.000 euros más
Por sus manos pasan decenas de coches a diario y es testigo de los vehículos que mejor y peor envejecen del mercado
El fenómeno de los SUV lleva en el mercado europeo desde principios de este siglo, con modelos como el BMW X3, un vehículo que puede considerarse entre los pioneros del segmento.
Pero la verdadera popularización del mismo no llegó hasta el nacimiento del Nissan Qashqai, un vehículo que cambió no solo la historia de la firma —que atravesaba un momento especialmente delicado— sino también la del mercado.
La fiebre SUV
Con este modelo nacía lo que podemos considerar la fiebre SUV, que poco a poco fue afectando a todos los segmentos del mercado.
El fenómeno se extendió hasta protagonizar el 60 % de las ventas y todos los segmentos tradicionales tuvieron que evolucionar lanzando versiones SUV.
Todos los caminos llevan al SUV
Los fabricantes llegan hasta los SUV por dos vías diferentes. La primera es creando un vehículo de cero con una plataforma exclusiva para estos semitodoterrenos y dotándoles tracción integral, la solución más cara.
La más económica es transformar un coche convencional en SUV, para lo cual elevan la altura de la carrocería y visten la carrocería con una serie de aditamentos y molduras propias de los todoterreno, sin olvidar unas llantas y neumáticos más grandes de lo habitual. Un cambio que, pese a ser cosmético, se traduce en un incremento de muchos euros en el precio final del vehículo.
En este caso se trata de una solución que el departamento de marketing usa para incrementar el precio del coche proporcionalmente al incremento de la demanda que supone tener un SUV en la gama.
El mecánico de la ITV explica con toda claridad los cambios mecánicos existentes entre un Ibiza y un Arona. Algo absolutamente normal en la industria del automóvil, en la que siempre se ha dado prioridad a determinado tipo de versión que tiene un suplemento de precio por encima del coste puro y duro.
Hace años era habitual que las versiones deportivas GTi y GSi fueran extraordinariamente más caras que las convencionales, pese a cambios que en ocasiones eran sutiles.