Un mecánico desvela la función poco conocida de los interruptores de las ventanillas

Corrían los años 20 cuando los automóviles comenzaron a utilizar sistemas elevalunas, como es lógico eran de tipo manual, con mecanismos muy rudimentarios que evolucionaron en los años 40 hasta los primeros elevalunas eléctricos implementados por las marcas Packard y Lincoln (Ford).

Felices años 40

Pero su popularización no se produjo hasta años después, cuando en los 70 y en los 80 los automóviles norteamericanos y europeos de lujo comenzaron a montarlos. Entonces estaba considerado como un opcional de categoría premium.

Inicialmente, solo era automático el del conductor, si bien poco después también lo fue el del acompañante y años después llegó a los ocupantes traseros, aunque el piloto siempre conserva el ‘poder’ sobre ellos, porque dispone de un mando master que puede desconectar los traseros y manejarlos él a su antojo.

El conductor manda

Se trata de un sistema muy útil para evitar que los niños jueguen con este automatismo que puede evitar situaciones de riesgo como que saquen las manos o la cabeza por la ventana, además de evitar averías por exceso de uso de los motores eléctricos.

De la mano de este mecánico nos desvela un ‘secreto’ que, aunque es conocido por muchos, hay conductores que no saben. En este caso, los interruptores de la mayor parte de los elevalunas tienen dos funciones, según la presión y el tiempo que lo mantenemos pulsados.

En este caso lo habitual si apretamos o tiramos hasta el fondo y en un instante se acciona por completo, en cambio, si tocamos con suavidad responderá subiendo o bajando la ventanilla hasta que lo soltamos, ya sea para subirlo o para bajarlo.

Aunque tal y como hemos dicho, conviene ver el modelo en concreto, pues hay coches en los que el funcionamiento no se corresponde exactamente. Igualmente hay manera de programar su acción si pierde la función one touch de accionamiento con un toque.