La multa por acelerar cuando nos están adelantando

Si hay algo en lo que existe unanimidad en todos los agentes relacionados con la seguridad vial es en que los golpes de frente durante los adelantamientos son los más graves que existen. De hecho los adelantamientos son la tercera causa de fallecidos en carretera tras el consumo de alcohol y los excesos de velocidad.

En este caso este tipo de siniestros suelen acabar en salidas de la vía o vuelcos, pues los golpes frontales contra vehículos en sentido contrario suelen ser fatales para la integridad de los ocupantes de los dos vehículos.

Muy grave

Es por ello que los adelantamientos hay que tomárselos muy en serio, de hecho no sería descabellado abogar por prohibir los adelantamientos a los conductores noveles o a los de avanzada edad.

En este caso no hay cosa peor que los conductores que cuando intuyen que vamos a adelantarlos aceleran, algo que algunos no tienen problemas en hacer incluso una vez que hemos iniciado la maniobra y estamos en paralelo, una verdadera temeridad.

Una temeridad

Al volante, en estos casos no caben improvisaciones, lo más sensato es frenar y volver a nuestro carril. No sabemos la potencia de su coche ni si el nuestro va a poder adelantarlo en velocidad, por lo que lo racional es cancelar la maniobra.

De acuerdo con el artículo 86 del Reglamento General de Circulación una vez iniciada la maniobra de adelantamiento el vehículo que adelanta tiene prioridad y el otro debe facilitarle la misma pegándose a la derecha y reduciendo la velocidad si es necesario.

En caso de no ser así se trata de una infracción tipificada como grave y que está sancionada con 200 euros, aunque dada la gravedad de la misma los agentes pueden considerar que exista conducción temeraria, en cuyo caso hablamos de 500 euros, 6 puntos y una posible denuncia por delito.

Estas sanciones son también válidas en autopista, pues allí el hecho de sobrepasar a otro vehículo también se considera adelantamiento, aunque pueda parecer menos grave el riesgo existe.