Juan Pablo II a bordo del Papamóvil español

Nostalgia

La noche mágica de 1982 en la que la fábrica de Seat paró para hacerle un humilde papamóvil a Juan Pablo II

Esta misma semana el Papa Francisco ha recibido un nuevo Papamóvil, se trata de un espectacular Mercedes Clase G eléctrico de última generación

Corría el año 1982 cuando el Papa Juan Pablo II llevaba a cabo su primera visita a España en pleno mes de noviembre. Un año antes había logrado sobrevivir al atentado de la Plaza de San Pedro en El Vaticano y las medidas de seguridad se habían multiplicado.

Uno de las retos más importante era asegurar sus multitudinarios desplazamientos entre los fieles a bordo de un coche, justo el momento en el que recibió cuatro balazos.

Cuatro balazos

Habían nacido los papamóvil. Se trataba de vehículos con una zona trasera elevada y acristalada para que los fieles pudieran ver a su Santidad, pero cubierta por cristales blindados.

El Range Rover que Juan Pablo II trajo a España: demasiado alto

Uno de los primeros Papamóvil fue un Range Rover, que fue precisamente el elegido para su viaje por España.

Todo iba de lujo hasta que un día antes de su cita con los jóvenes en el Estadio Santiago Bernabéu, uno de los eventos más importantes de su visita, alguien se diera cuenta de que el coche no cabía por las puertas del estadio, pese a que acababa de ser remodelado para el Mundial.

No cabe por la puerta

En este caso sólo se les ocurrió llamar a Seat, en Barcelona, donde la actividad literalmente se paró, pues en aquel momento la única prioridad era crear una papamóvil para Juan Pablo II.

Se optó por tomar como base un Seat Panda por su parte posterior abierta y accesible y situar allí una sujeción para que su Santidad pudiera ir de pie entre sus fieles para que le vieran.

Juan Pablo II a bordo del Papamóvil de Seat

Era una especie de pick up, no les dio tiempo a blindarlo ni ponerle cristales, pero se usaría tan sólo en su desplazamiento desde el exterior del Bernabéu hasta el escenario interior.

Dicho y hecho y además los operarios que intervinieron en su fabricación destacan orgullosos la calidad de los acabados que lograron darle en cuestión de horas. El único reto era que el coche estuviera en Madrid para la cita de las 18:30 horas.

El nuevo papamóvil de su Santidad, un Mercedes Clase G eléctrico

Se trata de una pieza mágica que aún se conserva en el museo de la marca en Barcelona, en la nave A-122 que guarda la mayor parte de las joyas de la firma española.