Nueva factoría de baterías de Stellantis en Zaragoza

Industria

Por qué es tan importante para España la nueva gigafactoría que Stellantis va a construir en Zaragoza

Estamos ante una de las mejores noticias de la década en el sector de la automoción europea que devuelve a España a la Champions del automóvil mundial

El pasado martes puede considerarse como uno de los días más felices de la automoción española, algo comparable a cuando en los años 70 Ford, Opel o Renault confirmaban la construcción de factorías en Valencia, Zaragoza y Palencia respectivamente.

Unas inversiones que sumadas a las de otros fabricantes como Seat en Martorell, Talbot en Villaverde o Mercedes y VW en Navarra llevaron al automóvil español a la Champions League europea durante décadas.

En la Champios League

Gracias a ellas, España es el segundo productor de coches en Europa y en el octavo mundial. Un sector que supone casi el 10 % del PIB nacional y da trabajo directamente a más de 550.000 personas, un empleo de calidad y duradero.

España exporta gran parte de su producción de automóviles

La electrificación del automóvil suponía la completa reinvención de su proceso productivo, lo que podía suponer una deslocalización en la fabricación del automóvil hacia otros países que pujaban por ello y un cataclismo para la industria nacional, pero el anuncio de Stellantis junto a la firma china CATL de construir una gigafactoría de baterías en Zaragoza mete de lleno a España en la pomada del coche eléctrico.

De nuevo en la pomada

Una gigafactoría es el santa sanctorum del coche eléctrico, una megaplanta ideada por Tesla en la que se producen las celdas de las baterías de los coches eléctricos que posteriormente forman las baterías. Hasta ahora en España tan solo se llevaba a cabo el ensamblaje de estas celdas para la producción de las baterías.

La producción de baterías tiene poco que ver con la de automóviles

Se trata de un tipo de industria 3.0 muy sofisticada y muy potente a nivel tecnológico, la presencia de un socio chino es imprescindible porque ellos aportan el conocimiento productivo, siempre con el permiso del Gobierno chino, mientras que Stellantis se asegura así las baterías para su importante cartera de coches eléctricos e híbridos.

Club selecto

A día de hoy España es uno de los pocos países europeos que tiene ya una planta en construcción, la del Grupo VW en Sagunto, a la que hay que sumar esta que comenzará su construcción tan pronto como se superen las fases legales previas.

En este caso el Gobierno español aporta unos 360 millones de euros a un proyecto de más de 4.100 millones que cuando esté a plena producción fabricará unos 50 GWh de baterías de tipo litio-ferrofosfato (FTP), una familia de baterías de gama media perfecta para la gama de automóviles urbanos como el Lancia Ypsilon y compactos como los Opel Astra y Peugeot 308 que Stellantis podría construir en España en unos años. Todos ellos a precio razonable.

Los responsables de Stellantis y CATL durante la firma del acuerdo

El punto fuerte de estas baterías no es tanto la autonomía, pues ofrecen un kilometraje medio, como la duración, la baja degradación pese a las recargas habituales y un índice de incendios espontáneos muy bajo.

España ha hecho valer una vez más tres pilares productivos que la han convertido en el emplazamiento ideal para la gigafactoría, por un lado, una mano de obra relativamente económica, las fuentes renovables de energía y la presencia de tres de las fábricas más productivas del grupo en Europa: Vigo, Villaverde y Figueruelas.

Hasta 3.000 empleos más

Con esta confirmación el Grupo Stellantis que emplea a 14.000 personas en España y es líder absoluto en fabricación nacional de automóviles con más de un millón de coches, un 40 % de la producción española, confirma la contratación de hasta 3.000 trabajadores más junto a su socio asiático CATL, líder mundial en la fabricación de baterías.

Stellantis es el principal fabricante de coches en España con bastante diferencia

Con Renault produciendo híbridos a buen ritmo en dos plantas, el Grupo VW fabricando a pleno rendimiento en Martorell y Navarra a la espera de la entrada en funcionamiento de la gigafactoría de Sagunto, solo falta que Ford logre para Almusafes un proyecto de viabilidad que permita soñar con la consolidación de un Detroit español.