Donald Trump apuesta por el regreso a la industria del automóvil tradicional

Industria

«Perforaremos»: Trump promete el regreso de los Estados Unidos al petróleo y el adiós al coche eléctrico

El nuevo presidente de los Estados Unidos apuesta por explotar los grandes yacimientos locales de petróleo y gas para volver a controlar el mercado mundial de la energía

Donald Trump cumplió con lo prometido y su discurso de investidura no ha dejado indiferente a nadie. Una de las partes más aplaudidas por sus seguidores fue la relacionada con el regreso a las energías tradicionales y con su postura respecto al coche eléctrico.

En materia energética Trump desveló cuál será una de las claves de su legislatura, pues adelantó la explotación de sus reservas de petróleo y gas, las que calificó como las mayores del mundo.

Vuelve el oro líquido

Su intención es controlar el mercado de la energía a nivel mundial para bajar los precios y volver a convertir al petróleo en el «oro líquido» que ya hizo grande a los Estados Unidos una vez.

Trump anticipa el regreso del proteccionismo al automóvil

Donald Trump prometió el regreso de la edad dorada de los Estados Unidos basado sobre todo en la industria. Un regreso al uso intensivo de los combustibles fósiles con un expresión muy gráfica que vino a decir algo así como «tenemos oro bajo nuestros zapatos y perforaremos».

Perforaremos

Toda una declaración de intenciones en las que Trump prometió el final del Green New Deal impuesto por Joe Biden, con el controvertido límite de emisiones que se ha convertido en un problema para los fabricantes de automóviles al otro lado del charco.

El 47 presidente de los Estados Unidos prometió literalmente acabar con el Mandato del Eléctrico, una ley firmada por Biden el pasado mes de marzo y que rebaja aún más los límites de emisiones a los fabricantes de coches para que se lancen a la producción masiva y comercialización del coche eléctrico. Una situación muy similar a la que vivimos en Europa con la normativa CAFÉ y los límites de emisiones.

La presencia de Musk en el Gobierno no acaba de encajar con el adiós a lo eléctrico

Trump aboga por llevar el liberalismo hasta los compradores de automóviles, que podrán elegir por adquirir los coches que quieran, una política con la que pretende recuperar la esencia de la industria automovilística americana apoyando a marcas como Ford o General Motors y con ello salvar millones de puestos de trabajo, devolviendo a las fábricas a niveles de producción históricos, literalmente vino a decir niveles de producción «nunca vistos».

El verso suelto

Elon Musk, propietario de Tesla y uno de los hombres de confianza de Trump en el Gobierno, es el único verso suelto de la ecuación de la vuelta al petróleo, pero cabe suponer que la llegada al Gobierno le permite abrir nuevas vías de negocios para sus empresas inimaginables hasta ahora y que le compensarán las posibles pérdidas que sufra con Tesla, que por el momento ha detenido los proyectos para la construcción de nuevas fábricas en México y Europa.