Europa se está jugando su modelo de producción de automóviles

Europa se está jugando su modelo de producción de automóviles

Industria europea

¿Por qué Bruselas no puede prohibir los motores gasolina y diésel aunque quiera?

El plan inicial de la Unión Europea contempla prohibir la venta de coches de combustión en 2035 y su uso en 2050

Hace sólo un par de años que Bruselas aprobaba una de las medidas más polémicas de su historia. En concreto la normativa prohibía la venta de motores de combustión en 2035 y su utilización en 2050, lo que significa que a partir de ese año no podía haber ni un solo coche con motor de gasolina o diésel en las calles.

En aquel momento la oposición de Alemania fue feroz hasta lograr una excepción que afectaba a los motores movidos por combustibles de laboratorio, una tecnología que está en plena evolución.

Un tiro en el pie

Esta tecnología estaría representada por los combustibles sintéticos, actualmente en fabricación en Chile en una factoría de Porsche, y por los carburantes renovables, fabricados a partir de residuos orgánicos y que reducen las emisiones de carbono al mínimo.

Porsche dispone ya de una fábrica de combustible sintético en Chile

Fábrica chilena de combustibles sintéticos

De esta manera, Alemania dejaba la puerta abierta a que su poderosa industria automovilística siguiera produciendo coches con motor, una tecnología en la que tienen una supremacía absoluta en Europa sobre los chinos, que han apostado todo al coche eléctrico.

Supremacía absoluta

La realidad es que las bajas ventas de eléctricos en Europa hace inviable pensar que se vayan a cumplir ambas fechas por una razón muy sencilla: al ritmo actual de electrificación prohibir la venta de coches de combustión en Europa supondrá cerrar decenas de fábricas de motores y de automóviles y miles de despidos.

Las plantas europeas de automóviles tienen poco que ver con las de eléctricos

Estas fechas supondrían el cierre de decenas de fábricas en Europa

La realidad es que ni la demanda de eléctricos es la necesaria para llegar a ese punto ni la evolución en materia de eléctricos permite pensar que en 2035 podamos producir exclusivamente ese tipo de vehículos, salvo que hablemos de elaboración a pequeña escala.

Nadie lo duda ya

Los pasos dados desde Bruselas, que ha abierto una ronda de contactos con los fabricantes y otros agentes del sector para valorar el ritmo de la electrificación, hacen pensar que por un lado se van a suavizar las multas por venta de motores de combustión y, por otro, se va a retrasar ambas prohibiciones porque lo contrario sería destruir una de las principales industrias europeas.

La realidad es que los pasos que ahora se están dando conforman un panorama de coches híbridos a corto y medio plazo, y no olvidemos que se basan en un motor de combustión para su movilidad.

La importación masiva de coches puede destruir la automoción europea

La importación masiva de coches puede destruir la automoción europea

Ya el año pasado, Oliver Zipse, máximo responsable de BMW, anticipaba que esta medida era un error, opinión a la que se sumó Akio Toyoda, responsable de Toyota y el Gobierno italiano entre otros, opinión que recogió Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.

Implantación progresiva

Parece evidente que seguirá habiendo motores de combustión más allá de 2035 y 2050, otra cosa es que estén movidos por esquemas híbridos de bajísimas emisiones y alimentados por combustibles limpios.

Con el paso del tiempo la hibridación irá dando más peso a los motores eléctricos sobre los de combustible, hasta llegar a una electrificación total, algo que podría tardar décadas.

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