
Una pareja de la Guardia Civil de carretera en los años 80
Curioso
El truco que usaban antiguamente los conductores para evitar que la Guardia Civil les multara
La Guardia Civil de Tráfico es hoy uno de los destinos menos demandados por los agentes por las duras condiciones de trabajo
Las cosas han cambiado mucho en la carretera, entre ellas el papel que juegan los agentes de Tráfico sobre el asfalto. Tal y como ha denunciado alguna de las asociaciones que agrupan a Guardias Civiles, la DGT ha provocado que su misión ahora no tenga nada que ver con la que era.
La presión que ejerce sobre los agentes de Tráfico y la necesidad de resultados les ha hecho perder buena parte de su función de ayuda y corrección de infracciones sobre el asfalto por una función meramente sancionadora.
Sólo multan
De hecho, tal y como se quejaban hace sólo unos meses, ahora multan a los conductores y no pueden ni pararlos, sino que se enteran de la sanción cuando les llega a casa la ‘receta’ y sin haber corregido su error sobre el asfalto que podría haber provocado un accidente al no poder pararlos. Con ello han perdido por completo su función didáctica, agazapados muchas veces en las cunetas junto a un radar móvil.

Ahora los agentes se pasan el día multando con el radar escondido
Eso sí, cuando las cosas se complican en la carretera por hielo, nieve o cualquier problema los que primero aparecen son siempre los agentes de Tráfico arriesgando su vida.
Siempre los primeros
Aunque fuera discutible, los conductores más veteranos recordarán como hace años era habitual tratar de dialogar con los agentes con absoluta educación para evitar la sanción explicando que se trataba de un simple descuido, tal y como ocurre en la mayor parte de las infracciones, y con el compromiso de no volverlo a hacer.

El destino de tráfico sigue siendo muy complicado
Cuenta incluso la leyenda que entonces bastaba decirle al agente «soy hijo del Cuerpo», para que te reconociera como familiar de un Guardia Civil y con ello desapareciera el boletín de denuncia, algo que tal y como decimos forma parte de la leyenda del asfalto.
Todo ello ha contribuido a que la escasez de agentes sea uno de los mayores problemas del la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, pues unas condiciones laborales muy duras al estar siempre sobre el asfalto con frío o calor han provocado que se haya convertido en el destino menos solicitado por los jóvenes. Nadie habla de los cientos de vidas que salvan cada año con sus acciones heroicas, sino que normalmente se habla más de los millones de multas que ponen.