Seguridad

Trump confiesa el motivo por el que no puede conducir coches por mucho que le guste

Ya sea por los aranceles o por su rechazo al coche eléctrico, la industria del automóvil ha sido protagonista en el inicio de su mandato

Solo unas semanas después de su nombramiento como presidente de los Estados Unidos a Trump le ha dado tiempo para dar la espalda al coche eléctrico y mostrar su apoyo al petróleo y los carburantes y a lo contrario: defender enérgicamente a Tesla y la labor de Musk al frente de la firma.

Consciente del daño a nivel mundial que ha hecho a la imagen de Tesla, Trump decidió llevar a cabo un acto de apoyo a la marca norteamericana y a su amigo Musk con luz y taquígrafos.

Elogios a su colaborador

En el transcurso del acto Donald Trump no escatimó en elogios para el dueño de Tesla y para el automóvil en general, sin rastro de ese odio visceral que ha mostrado en otras ocasiones contra el coche eléctrico.

El presidente tiene prohibido conducir su propio coche

En un momento de su apología a favor de Tesla a Trump se le escapó un pequeño detalle que no le hará ninguna gracia a su equipo de seguridad, y es que el presidente de los Estados Unidos no puede conducir.

Una ley antigua

A Raíz del asesinato de Kennedy en 1963 entró en vigor una norma que impide que el presidente de los Estados Unidos se ponga al volante de cualquier tipo de vehículo salvo que lo haga en instalaciones privadas, tal y como se pudo ver a Biden en su momento conduciendo uno de sus Corvette.

Biden al volante de su Corvette en un recinto privado

En este caso el conductor debe ser siempre un miembro de su equipo de seguridad que tenga una formación exclusiva en conducción de seguridad y evasiva, todo un contratiempo para el que vuelve a ser el hombre más poderoso de la tierra.

Pese a ello dijo que conducir sigue siendo una de sus mayores aficiones, algo que espera volver a ser cuando termine su mandato como presidente de los Estados Unidos, toda una declaración de intenciones para le nuevo presidente.