«Era de una señora mayor» y otras perlas de vendedor de coches para colocarte una 'ganga'

El oficio de los comerciales de coches es uno de los más ingratos que hay, pues cobran un sueldo fijo muy ajustado que deben completar con comisiones que normalmente no comienzan a recibir hasta no matricular un número mínimo de coches cada mes.

Se trata de un trabajo en el que cuando las cosas van bien y la marca ha dado con la tecla y los coches gustan, se despachan, pero cuando van mal cuesta Dios y ayuda, todo eso si nos ceñimos a los coches nuevos, pues si entramos en el terreno de los usados la situación se complica aún más.

Técnicas de vendedor

Afortunadamente, el paso del tiempo ha profesionalizado la profesión, por un lado, los compradores saben cada vez mejor lo que buscan porque se informan en internet y por otro los comerciales reciben mejor formación por parte de los fabricantes.

Esto no quita que tal y como comentan en un tema de la web Forocoches, en los concesionarios y en las tiendas de compra venta aún se escuchan verdaderas perlas, tal y como relatan sus seguidores.

Perlas de vendedor

En plena época de la electrificación un vendedor insiste a un potencial comprador en que «los eléctricos recorren la misma distancia que los gasolina», una afirmación carente de cualquier razonamiento lógico.

También llama la atención que un vendedor explique convencido que el modo City de conducción de un coche sirva para «bajar el consumo», cuando realmente es para que sea más fácil maniobrar en ciudad.

La tecnología es un auténtico filón, pero hay que entender que los comerciales no son mecánicos aunque trabajen en un concesionario, para uno existe «un coche puede ser atmosférico y turbo» a la vez, cuando es justo lo contrario o directamente «a este coche no le hace falta aire acondicionado, en agosto ya deja de hacer calor», refiriéndose a Extremadura.

Uno de los más grandes es el que relata un cliente cuando mirando el motor de un coche bajo el capó le dice «el motor es así de pequeño para que sea más fácil cambiar las luces de los faros». Sin olvidar, el que insiste en que el coche que tiene en la exposición es ideal porque es «mejor que un coche no tenga control de estabilidad (ESP), nunca lo usarás, menos problemas», refiriéndose a uno de los mejores avances que ha existido en materia de seguridad vial.

Mejor sin ESP

Otras entran de lleno en el terreno del delito, como el vendedor que reconoce que el adBlue de un coche diésel es un engorro, por lo que merece la pena que lo «desconecte», directamente, un sistema obligatorio para reducir las emisiones contaminantes.

El precio es otro verdadero filón con perlas como «no te fijes en el interés de las cuotas, fíjate en lo cómodas que son», referido a los intereses de compra que en ocasiones son muy elevados, así como los «no te puedo dar precio al contado del coche porque no lo sé ni yo»… joyas con las que consiguen que el cliente salga huyendo del concesionario y acabe en otro.

En materia de precios, las ayudas del Gobierno también dan mucho juego, pues «este coche ha subido 2.000 euros la semana pasada, por lo que las ayudas del Gobierno no sirven de nada»... sinceridad absoluta.

Como decimos técnicas de vendedor que habitualmente no llevan a buen destino la operación, pero la presión por vender en muchas les ocasiones les obliga a hacer lo que haga falta.