Bruselas prohíbe ahora uno de los materiales que más gustan a los conductores y que más usan las marcas

Hace sólo unos meses que Bruselas sorprendía a todos prohibiendo los cromados en los automóviles, se trata de un tratamiento estético que gusta mucho y que ha tenido que ser sustituido por otro tipo de acabados porque supuestamente genera cáncer.

Ahora Bruselas la ha tomado con uno de los materiales más usados en los automóviles hoy en día, la fibra de carbono, que se usa tanto para la fabricación de las estructuras de los automóviles como para los acabados, pues numerosos coches en el interior y en la carrocería recurren a este material con el que se consigue un efecto deportivo tan apreciado.

Tela de carbono

Este material comenzó usándose hace años en Asia, se trata de una especie de tela de materiales sintéticos tejidos que posteriormente se pasan por un horno autoclave y adquieren una consistencia como si fuera acero, con lo que sirve de base para los automóviles, sobre todo teniendo en cuenta su bajo peso.

Pues bien, Bruselas trabaja ya en la regulación para que se prohíba su utilización a partir de 2029, esto significa que a partir de entonces no podrá utilizarse ni siquiera en los acabados, una decisión que ha pillado al sector con el pie cambiado y ha pasado casi desapercibida.

Mal reciclaje

Según explica Bruselas, al final de la vida de los coches el reciclaje de la fibra de carbono produce microfilamentos que son cancerígenos para el ser humano, por lo que opta por esta polémica decisión que puede afectar a constructores de superdeportivos, pues marcas como la Italia a Pagani utilizan bastidores de este material.

Mientras tanto, decenas de fabricantes lo utilizan en el interior de los coches para los acabados, por la apariencia deportiva y sofisticada que aporta y por su resistencia al paso del tiempo, pues se mezcla con unas resinas que lo hacen muy brillante y resistente.