
Esta Semana Santa se ha limitado la circulación de patones con vallas e incluso se han cerrado calles
Práctico
Qué son las calles aforadas y por qué han traído de cabeza a más de uno estos días
Por motivos de seguridad el uso de este tipo de vías ha convertido en un caos el centro de las grandes ciudades españolas
La Semana Santa de 2025 será recordada en muchas ciudades por la puesta en funcionamiento de las calles aforadas, un nombre desconocido para muchos hasta el momento pero que ha cobrado protagonismo en estas celebraciones.
No hay más que leer las principales redes sociales para descubrir las quejas de miles de asistentes a procesiones y celebraciones que se encontraron con evidentes limitaciones a la circulación de peatones que no siempre terminaban de entender.
Calles aforadas
Las calles aforadas nacen como respuesta a las grandes concentraciones de gente que producen determinados eventos, como pueden ser las procesiones, la llegada de un grupo de música con gran repercusión o la celebración de un título por un equipo de fútbol.

En la calle Larios de Málaga además de limitarse el aforo se cerraron vías perpendiculares
Vía de acceso y evacuación
Lo ocurrido este año en las procesiones de algunas ciudades como Sevilla, Cádiz o Málaga ha sido precisamente que los asistentes estaban acostumbrados a usar estas calles para situarse para ver las procesiones, pero este año se han encontrado con vallas que limitaban el acceso a un número de personas o directamente las cerraban y las convertían en vías de evacuación.
Una de las calles más afectadas ha sido la popular calle Larios de Málaga, pues se han cerrado numerosas vías perpendiculares.
Las redes sociales recogían rápidamente lo ocurrido y las quejas de los asistentes, pues en muchos casos algunas personas llegaron horas antes de que pasara la procesión para coger sitio y después fueron desalojados al tratarse de calles aforadas, un concepto que por el momento no maneja la población.
Una solución de seguridad que se aplica ya en muchas ciudades de Europa y todo apunta a que ha llegado para quedarse definitivamente.