Industria
La fusión de Stellantis y Renault competiría con Toyota y VW por el liderazgo del automóvil mundial
John Elkann, presidente de Stellantis, desmintió el rumor de fusión entre ambas compañías que habría promovido el Gobierno francés para hacer frente a las marcas chinas
Algo se está cociendo dentro del automóvil europeo, la amenaza del coche chino a la que hacía referencia el propio Elon Musk, dueño de Tesla, recientemente, ha provocado una reacción tardía pero contundente del automóvil europeo o al menos de algunos de sus países miembros.
Tanto los fabricantes como los países comunitarios toman posiciones ante una amenaza muy real que puede poner en riesgo el futuro de algunas firmas especialmente expuestas en lo financiero, como puede ser Renault. El propio Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha hablado de un baño de sangre entre los fabricantes si las cosas siguen igual.
Un baño de sangre
El Gobierno francés se ha mostrado especialmente beligerante contra el automóvil chino, anunciando que los coches que no estén fabricados dentro de la Unión Europea no podrán optar a las ayudas a la compra de coches eléctricos financiadas por Bruselas, en clara respuesta a la amenaza China.
En paralelo el Ejecutivo francés, propietario de un 6 % del accionariado de Stellantis y de un 15 % de Renault, ha movido hilos para impulsar una fusión entre ambas compañías. Un movimiento dirigido a fortalecer la posición de la marca del rombo, como decíamos uno de los fabricantes europeos más expuestos ante la llegada de los coches chinos.
El gigante Stellantis
Recordemos que tras la fusión de PSA con FCA y la creación del Grupo Stellantis, la multinacional se ha convertido en un gigante mundial que aglutina a más de 14 marcas y opera prácticamente en todos los continentes, mientras que Renault mantiene una fuerte dependencia del mercado europeo.
Actualmente, el Grupo Stellantis es el cuarto grupo mundial en volumen de ventas tras Toyota, Volkswagen y la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Esta jugada permitiría subir a Stellantis al tercer puesto del ranking mundial, muy cerca, sino por encima de VW y Toyota con un volumen superior a los nueve millones de coches anuales.
En paralelo Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha mantenido un intercambio de mensajes con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que le exigía incrementar la producción de vehículos eléctricos en su país hasta superar el millón de unidades al año, a lo que Tavares ha respondido que sin un plan efectivo de ayudas a la compra de coches eléctricos por parte del ejecutivo italiano, el riesgo de que Stellantis se lleve parte de la producción a Marruecos es real.
Elkann desmiente el rumor
El propio presidente del Grupo Stellantis, John Elkann, desmentía recientemente que su multinacional tuviera interés en incorporar más marcas a su oferta, zanjando la posibilidad con estas declaraciones: «No se está considerando ningún plan sobre operaciones de fusión con otros fabricantes. La empresa se centra en la ejecución del plan estratégico Dare Forward y en la implementación oportuna de los proyectos anunciados, para fortalecer su negocio en todos los mercados donde opera».
Lógicamente, Elkann representa la facción italiana de la compañía y defiende los intereses transalpinos de la marca, en este caso una fusión con Renault restaría protagonismo a las factorías italianas del grupo.
Es cierto que la compra de Renault no aportaría demasiado al grupo pues su excesiva presencia en el mercado comunitario fortalecería aún más su posicionamiento dentro de Europa, en paralelo la operación debería pasar como el tribunal de la competencia europeo y podría no ser sencillo.
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, no ha movido ficha por ahora, pero en su momento la compra de Opel por parte de PSA y la posterior fusión con Fiat-Alfa nació como un simple rumor filtrado a la prensa.