Electoralismo
Las prisas de Gobierno y Generalitat por anunciar la construcción de una fábrica de coches chinos en España pueden afectar al acuerdo
Los intereses electorales han llevado a los responsables de Industria español y catalán a filtrar que el acuerdo es inminente aunque aún faltan flecos
Hace ya meses que se habla de la puesta en funcionamiento de una factoría de coches chinos en Barcelona. Chery, décimo grupo chino del sector del automóvil por volumen de producción, puso su vista en España para iniciar su andadura comercial en Europa en 2023.
Los planes de la multinacional china pasan por usar España como punta de lanza dentro del mercado europeo, para lo cual ha desarrollado un programa muy ambicioso que incluye la apertura de un centenar de concesionarios.
Buenos ojos
Unos planes que reforzó su CEO Shawn Xu al declarar que «España en una gran nación de gran vitalidad y creatividad, unos valores que encajan a la perfección con los de la marca Omoda». Unas declaraciones que ya entonces invitaban a la alegría en materia de inversiones.
La realidad es que no es la primera vez que los responsables de la firma china han mostrado su interés por la puesta den funcionamiento de una factoría en España, aunque en algún momento estas declaraciones se tomaron más como un caramelo para encandilar a los clientes españoles que como una declaración de intenciones.
Las prisas, malas consejeras
Tras meses de negociaciones con la Generalitat y con el Gobierno español parece que el asunto podría ir por buen camino en el sentido de que la marca china podría confirmar en breve la reindustrialización de las instalaciones de Nissan en la Zona Franca para el ensamblaje de vehículos chinos.
En este contexto tanto el consejero catalán de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, como el ministro de Industria de España, Jordi Hereu, se han adelantado a la propia marca a la hora de filtrar el avanzado estado de las negociaciones. Hereu ha llegado a confirmar que esta noticia supondría la creación de hasta «1.000 puestos de trabajo en Cataluña», o lo que es lo mismo la completa reactivación de la Zona Franca.
La realidad es que a día de hoy y pese a que el Torrent esté de viaje en China y entre sus planes esté reunirse con los responsables de Chery, no hay nada firmado más allá del memorándum del año pasado (una declaración de intenciones), por lo que conviene ser cautos ante las declaraciones.
Tal y como ya ocurrió con la factoría de Tesla de Valencia el año pasado, estas filtraciones y estas prisas a la hora de confirmar el acuerdo podrían echarlo por tierra, pues actualmente en Europa hay una auténtica guerra de intereses entre los países por llevar a su territorio fábricas de automóviles.
Evitar los aranceles
En cualquier caso no se trataría de una fábrica al uso, sino de una factoría de nivel 1, lo que se conoce como ensamblaje. Esto supone que los coches vienes a medio hacer en barcos y en España se limitarían a ensamblarlos y distribuirlos. Por el momento se desconoce incluso el modelo que se fabricaría allí, pues no existe confirmación oficial.
La puesta en marcha de esta factoría permitiría a Omoda esquivar los temidos aranceles de acceso con los que ya amenaza Europa a los coches chinos.