José María Galofré, CEO Volvo Car España
Galofré (Volvo): «Mantenemos el 2030 como fecha para la completa electrificación de la marca»
Tras 25 años ligado a Volvo España, José María Galofré entiende el automóvil como un compromiso por la movilidad, la seguridad y la sostenibilidad. Tres claves para poder entender el automóvil sueco hoy
José María Galofré es el responsable de Volvo en España, una marca que tras enarbolar durante años la bandera de la seguridad ahora además coge la de la sostenibilidad. Un fabricante que va por delante del resto en materia de electrificación y sigue apostando por una gama 100 % eléctrica en 2030.
–En España hacemos un análisis muy localista del automóvil, pero ¿hacia dónde va el sector y Volvo a nivel mundial?
–En el caso de Volvo, el año pasado marcamos un récord absoluto en volumen de ventas a nivel mundial, el primer trimestre de 2024 ha sido el mejor de la historia y el mes de marzo ha sido el mejor mes en valor absoluto para la marca.
En menos de seis años hemos doblado el volumen de ventas, veníamos de matricular 400.000 coches y estamos ya cerca de los 800.000. La clave está en que el producto se adapta perfectamente a la demanda. A la gente le gustan los coches más familiares y los SUV, Volvo lleva haciendo este tipo de coches desde hace décadas.
Volvo nació con el propósito de cuidar a las personas, nuestro instinto cuando hay que tomar decisiones industriales es hacer coches seguros que cuiden de la gente. Por ejemplo en 1959 inventamos el cinturón de seguridad y cedimos la patente al resto de fabricantes. En los 70 comenzaba el problema de la contaminación y en 1972 lanzamos el primer coche con sonda Lambda.
A finales del siglo XX los consumidores no estaban dispuestos a pagar por reducir las emisiones, pero hace una década que sí lo contemplan
–¿Cómo traduce Volvo esta filosofía en fechas concretas?
–Volvo ha asumido el liderazgo mundial en este aspecto. Buscamos la neutralidad de emisiones de CO2 en 2040 en toda la fase productiva, antes de la fabricación y hasta la venta y utilización del coche. Incluso medimos a nuestros proveedores para que ellos también sean neutrales.
–¿Qué significa el nuevo EX30 en este proceso evolutivo en el que se encuentra Volvo?
–El EX30 es mucho más que un coche eléctrico, es un símbolo, es la demostración de que podemos hacer un vehículo rebajando CO2 y materias contaminantes, en la construcción hemos rebajado emisiones más de un 25 %. Muchas de las piezas vienen de reciclaje, de reutilización, lo que nos permite quitar un 85 % de emisiones en su fabricación. Toda la energía que usamos en su construcción es verde, renovable, los materiales son reutilizables y reciclables.
Hemos pasado de las tres R para la gestión ambiental: reducir, reutilizar y reciclar, a las cinco: reparar y recuperar. Estas dos nuevas ya enseñan que hay que reparar el daño causado, por ejemplo reforestando.
En el EX30 hemos descubierto que hay partes del automóvil redundantes, por ejemplo el altavoz del EX30, sustituimos una decena de pequeños altavoces por una barra de sonido bajo el parabrisas que además suena mejor aún. Esta filosofía afecta a todo el coche.
–¿Cómo vive esta evolución Volvo Car España?
–En materia de volumen hemos doblado la penetración, estamos en 1,9 %. En contra de lo que se dice en nuestro caso no hemos encarecido los precios si tenemos en cuenta la inflación, lo que destinamos hoy para comprar un coche es parecido a lo que necesitabas hace años.
En España un coche premium cuesta un esfuerzo de 16 meses, muy parecido a lo que pasaba hace años, en Alemania ocho meses, depende de la renta de cada país.
Volvo decidió empezar la electrificación con híbridos enchufables para ir educando al cliente y dar el salto al eléctrico
–¿Mantenéis las fechas de electrificación que habéis ido publicando los últimos años, incluida la completa electrificación de la gama en 2030?
–Sí, en esta transformación trabajamos sobre objetivos temporales antes de llegar a la neutralidad, es un objetivo real y medible.
En 2025 queremos alcanzar un 40 % de reducción de CO2 en diseño, ingeniería, logística… mientras que en uso de clientes superaremos el 50 %.
A día de hoy, con un 48 % en el primer tipo de emisiones, ya hemos cumplido. Desde las oficinas de Volvo España a toda nuestra red (98 %) usa ya energía renovable. En el apartado de uso de los coches ya estamos en el 50 %.
Hacemos del cuidado del medioambiente una cuestión emocional. La clave es compaginar el no emitir CO2 a la atmósfera pero ser rentables y pagar empleados, bancos… En el caso de los eléctricos es difícil, el mercado es del 4 % en España y del 8 % en los híbridos enchufables, aunque en Volvo estamos en un 35 % de híbridos enchufables y un 16 % de eléctricos puros, lo estamos logrando. La discusión ya no es si eléctrico es bueno o malo…
No dejamos solos a los clientes en la electrificación, les damos soluciones, les ayudamos a poner cargadores en la oficina, en casa, en el parking… todo de la mano del cliente.
–¿El marco legal de Bruselas ayuda a la electrificación?
–Bruselas obligará en enero a que podamos pagar con tarjeta en cualquier cargador, sin aplicaciones, en breve tendrá que haber un cargador rápido cada 60 kilómetros de autopista. El problema de los cargadores va desapareciendo.
Al XC60 y al XC90 actuales les espera un ciclo de vida normal, con renovaciones y nueva generación
El cliente tiene que conocer detalles como que cuando cargas en casa o en la oficina, no tienes ni que desplazarte. No tienes ni que ir a una gasolinera como en los coches térmicos. El modelo del coche eléctrico es cargar donde vives, en tu vida diaria, sin desplazarte.
Hemos empezado con coches urbanos, poco a poco llegarán coches eléctricos más grandes para viajar.
–¿No es demasiado pronto 2030 para ser eléctricos?
–Es el objetivo, en 2030 todos nuestros coches serán eléctricos y en 2040 seremos 100 % neutrales en emisiones. Este objetivo forma parte de nuestros planes.
Será económicamente bueno para todos, la sostenibilidad permite el avance humano pero sin dañar. En ningún momento se cuestiona la movilidad; es progreso y transformación.
Mantenemos el año 2030 como fecha de electrificación de nuestra gama
Respecto al coche eléctrico, si tienes posibilidad de cargarlo y es para uso urbano hay que apostar por lo eléctrico, es cuestión de elegir, no de obligar. Bienvenidos sean el hidrógeno o el combustible sintético mientras se cuide el medioambiente.
–¿Qué futuro les espera a los modelos térmicos de la marca, los XC60 y XC90?
–El habitual del automóvil, transformamos los modelos en función del ciclo de vida. A partir del octavo año cambiamos generación, a partir del tercero hacemos facelift.
–Volvo fue uno de los precursores mundiales en materia de seguridad y una de las marcas que más ha hecho en la materia con novedades como los cinturones. ¿Cómo ese traduce ese espíritu hoy?
–Centramos la movilidad en tres ejes, siempre dentro del espíritu freedom to move, la movilidad debe ser personal, sostenible y segura.
Personal es adaptarse a las necesidades de los consumidores, que ellos decidan el uso de los coches sin modificar sus costumbres.
Sostenible es que tu movilidad no dañe a la atmósfera, que no emita CO2. Seguridad es trabajar con las autoridades para entender por qué hay accidentes y evitarlos y usar dummies con forma real, forma de niños, embarazadas…
Las nuevas ADAS permiten que el coche tenga actos reflejos como los humanos si detecta que va a haber un accidente para evitarlo y reducir las consecuencias.
–Volvo España tiene una actitud muy activa en acciones de responsabilidad social…
–Volvo cuida a las personas, somos solidarios, ayudamos. La responsabilidad social no es un departamento ni un objetivo, es parte de la acción de cada día.
Bienvenidos sean el hidrógeno o el combustible sintético mientras se cuide el medio ambiente
Por ejemplo, los años que llevamos trabajando con Ecomar, todos ayudamos a Theresa Zabell a limpiar playas. Durante la pandemia de COVID les dejamos coches a los hospitales para desplazarse los médicos. Hoy lo hacemos aún con el hospital Niño Jesús, para que los médicos visiten niños enfermos que no pueden salir de casa.
Colaboramos también con la fundación Roland McDonald en el proyecto de hoteles amigables para los niños y sus familias durante los tratamientos. Son hoteles con cariño.
Ayudamos también a la fundación Once, dando cursos de seguridad a más de 60.000 niños ya. Una labor que el año pasado nos valió el premio Ponle Freno.
En paralelo patrocinamos muchos deportes, croquet, baloncesto, rugby, ski, paddle, tenis, bici… Siempre con los niños de fondo. Es un modelo maravilloso de convivencia.