Presidente y CEO de Mazda España
Ignacio Beamud (Mazda): «El mercado está muy por debajo de lo que debería, la renovación del parque es prioridad»
Este directivo español cumple 30 años ligado al automóvil, un profundo conocedor del sector que confía en una electrificación pausada a la vez que pone al cliente como gran protagonista del mercado
Tras comenzar su andadura profesional en el sector dentro de Mercedes España, donde estuvo ocho años, Ignacio Beamud ha pasado por casi todos los departamentos de Mazda, incluidos once años en la central alemana de Leverkusen, desde donde volvió hace ocho meses para hacerse cargo de la filial española como presidente y CEO. Una trayectoria excelsa que le da una posición privilegiada para analizar lo que está pasando en el automóvil europeo y español y lo que está por venir.
–Tras ocho meses al frente de Mazda Automoviles España, ¿Qué te has encontrado a tu regreso de Alemania?
–Me he encontrado un mercado que ha cambiado mucho con los años y que hoy está muy por debajo de las cifras en las que debería estar. En los últimos años han pasado muchas cosas; 2019 fue un ejercicio espectacular, luego llegó la COVID, la crisis de microchips, la de logística y en 2024 nos hemos encontrado un mercado que funciona como debe funcionar, con mayor agresividad comercial y con exceso de oferta.
La realidad en España es que a pesar de una situación económica favorable con un buen PIB, una tasa de paro récord y un buen índice de confianza del consumidor, el mercado está parado. Un millón de matriculaciones al año es preocupante, la tasa de vehículos por 100.000 habitantes tiene que crecer.
–¿Cuántos coches deberían venderse en España?
–España debería estar en 1,2 millones de coches, la clave es la renovación del parque que es uno de los más antiguos de toda Europa. Tras 11 años en Alemania veo que hay cosas que no cambian, se siguen vendiendo coches con 20 años como si fueran de ocasión aunque realmente deberían estar fuera de circulación.
–En este contexto, cuál es la situación de Mazda...
–Mazda esta en su mejor momento, creció un 26 % en 2023, muy por encima del mercado que subió un 11 %, marcó récord de facturación gracias a una red de 62 concesionarios (90 puntos de venta). Una situación favorable para seguir creciendo, queremos pasar de los 16.100 coches a los 18.000 en 2024, un crecimiento del 12 %.
Mazda mantiene su camino para convertirse en una marca premium, queremos ser el primer fabricante no europeo percibido como premium en Europa.
–¿Cuáles son los valores que le han dado acceso a esa posición de privilegio?
–Apostamos por tres valores: el primero es una apuesta tecnológica múltiple, no hemos apostado todo al rojo o al negro, ofrecemos una estrategia multisolución con motores muy eficientes de gasoil, gasolina, rotativo, híbridos… Esto se traduce en que el 95 % de los coches que vendemos ya son Eco o Cero.
Mazda mantiene su camino para convertirse en una marca premium
El segundo valor es la calidad de un productor crafted in Japan, un proceso de fabricación en el que prima el cuidado por el detalle, tanto en el desarrollo de producto como en el diseño exterior e interior, la calidad de materiales y la precisión… hemos avanzado muchísimo como puede comprobarse en los CX-60 y CX-80. Es la esencia de la artesanía japonesa.
La tercera cualidad se relaciona con los servicios al cliente, siempre premium, ofrecemos el nuevo programa de Mazda Unique Experience que proporciona una experiencia única a los compradores, incluye gran número de servicios como 10 años de protección, descuentos en postventa que premia la fidelidad a partir de los 6 años, 3 años de asistencia carretera, cita previa, precio mínimo garantizado en postventa, tarjeta de financiación Oro Mastercard... todo esto genera confianza con el cliente.
–¿Actualmente los coches más vendidos en España son un low cost y un chino, qué le ocurre al mercado español?
–Es un mercado muy orientado al precio, algo que viene determinado por la estructura socioeconómica del país. Es un país de salarios bajos con una economía creciente basada en el turismo, pero con una estabilidad precaria, lo que genera desconfianza en los compradores. Esto hace que la mayor parte de los clientes se decanten por coches de bajo precio o por determinadas marcas chinas.
–Ya lo has citado con anterioridad, hace años que la marca inició una transición al segmento premium, ¿en qué posición está ahora mismo Mazda?
–Roma no se hizo en un día, es un viaje de largo recorrido a medio y largo plazo. Establecimos una visión 2030 para empezar a construir esta Mazda premium. Algo que afecta a todo, desde los concesionarios, que ya ofrecen un trato exquisito, hasta una actualización de la identidad visual que llegará en 2025… No es solo una promesa, haremos lo posible para que se vea y se viva.
Mazda esta en su mejor momento, creció un 26 % en 2023, muy por encima del mercado que subió un 11 %
El producto y la comunicación también van a ser clave para construir esta percepción premium, es cuestión de tiempo.
–Hoy Mazda tiene la oferta de producto más amplia de su historia. ¿Qué echas de menos en la gama?
–Nos falta alguna tecnología en concreto como los híbridos autorrecargables. Actualmente los estamos desarrollando y los lanzaremos en 2027. Viendo el peso de este tipo de motores en el mercado, un 30 %, los echo de menos, pero estos motores llegarán a todos los modelos en 2027.
–¿Cómo se enfrenta Mazda al proceso de electrificación que está generando tantas tensiones en el sector?
–Es un componente más de la ecuación de negocio a medio y largo plazo, desarrollamos nuestra propia tecnología y la lanzaremos en 2027, incluido una plataforma escalable que nos permite producir distintas categorías de coches sobre la misma en función de las necesidades. Empezaremos por coches grandes e iremos bajando a compactos.
–Mazda lleva tiempo experimentando sobre motores de hidrógeno, qué papel puede tener este carburante?
–Jugará un papel a largo plazo, somo muy realistas en Mazda, no lo vemos a medio plazo aunque seguimos investigando sobre fuentes alternativas de producción de hidrógeno, pero no lo vemos de momento.
–Los coches eléctricos que están a la venta hoy en día son excelentes, ¿qué ha fallado en la electrificación?
–Han fallado varias cosas, la casas no se puede construir por el tejado, necesitamos un plan de transición, no podemos tener un mercado eléctrico de la noche a la mañana, tenemos que tener en cuenta que en España venimos de un mercado marcado por el diésel.
España necesita un plan de transición, no podemos tener un mercado eléctrico de la noche a la mañana
Hoy los híbridos son una tecnología de transición. En España hay que favorecer la renovación del parque con coches de combustión modernos, reduciendo el plazo de vida de los coches, un proceso que nos dirija a la electrificación.
En el caso concreto de España ha fallado la infraestructura y el posicionamiento de precios que es irreal para el cliente medio español.
–¿Qué papel pueden jugar los combustibles sintéticos?
–Su papel es muy importante, estos combustibles pueden ser la salvación para el parque móvil actual, además podremos seguir produciendo coches de combustión que se alimenten con ellos y alargar así su vida.
–¿Y los coches chinos son realmente un problema para Europa?
–Respetamos el libre comercio y competencia para estimular el mercado, aunque en igualdad de condiciones. Hay que cumplir las normativas medioambientales y las de seguridad vengan de donde vengan. Aceptamos un reto que ha llegado ya a otros sectores, un reto que nos permita autorregularnos y reaccionar.
El gran problema de España es la renovación del parque móvil, el número de coches con 20 años es altísimo
Por el momento los coches chinos llegan a los segmentos de bajo coste y apelan a clientes que no tienen nada que ver con Mazda, con lo cual a nosotros en concreto no nos influyen demasiado hoy.
–Para terminar, ¿alguna petición específica al Gobierno de España?
–Además de los coches eléctricos el gran problema en España es la renovación del parque, la cantidad de vehículos con 20 años que circulan es altísimo y van a tener que cambiarlos.
Es un problema que afecta a muchísima gente que no va a poder entrar a las ciudades, a estos ciudadanos hay que darles alguna solución. Un plan Renove para rejuvenecer el parque antiguo tendría unos resultados muy buenos con un impacto muy positivo en materia medioambiental y de seguridad.