Renault Scenic E-Tech El Scenic del siglo XXI es 100 % eléctrico y no renuncia al ADN familiar que le vio nacer
Ve la luz la quinta generación del mítico modelo francés que sólo dispondrá de versiones eléctricas y sube de categoría en calidad y tecnología
Scenic es uno de los vehículos más importantes que ha existido dentro del automóvil europeo. Un nombre que ha escrito un capítulo clave en la historia contemporánea del sector, dando origen al segmento de los monovolúmenes.
Ahora la marca del rombo ha decidido recuperar algunos de los nombres más importantes de su historia (R5, 4L...) para el lanzamiento de los modelos que están destinados a protagonizar el futuro de la firma.
El Scenic sólo eléctrico
En este caso tras el nuevo Scénic E-Tech se esconde un vehículo de 4,47 metros de longitud por 1,86 metros de ancho y 1,57 de alto. Un monovolumen con cierta apariencia de SUV desarrollado a partir de la plataforma del Mégane eléctrico que en este caso crece 27 centímetros de largo por 10 de ancho y 6 de alto.
Sin llegar a tratarse de un monovolumen a la antigua usanza, el Scenic ofrece un interior más amplio que el citado compacto, disponiendo de un maletero muy aprovechable de 545 litros de capacidad.
No parece alto
En su estética llama la atención sus líneas angulosas, las inmensas llantas y una altura de carrocería que no está tan acentuada como es habitual en este tipo de modelos.
Al volante la tradicional posición de conducción alta y erguida de los monovolúmenes y SUV se transforma en una postura mucho más tradicional, con piloto y copiloto aposentados en unas butacas amplias y cómodas.
Soluciones inteligentes
Destacan unas plazas interiores amplias y bien configuradas, con multitud de soluciones que hacen más cómoda la vida a bordo, aunque sin llegar al nivel de las anteriores generaciones del Scenic.
Al volante descubrimos un interior muy parecido al del Mégane E-Tech, con doble pantalla de 12 pulgadas, la primera sirve como cuadro de instrumentos y la segunda para el manejo de la multimedia. Destaca la presencia del volante inspirado en los de los años 80, uno de los signos de identidad más importantes de la firma en sus últimos lanzamientos.
Dos motores y autonomías
Este modelo está disponible con un único motor eléctrico que genera dos versiones de potencia: 170 y 218 caballos. El primero se combina con una batería de 60 kWh y el segundo de 87 kWh, lo que le permite homologar 430 y 620 kilómetros de autonomía respectivamente.
Al volante nos llama la atención el tacto de conducción del Scenic, muy cómodo y en la línea con las creaciones de la marca en los últimos años. Se trata de un vehículo muy equilibrado en sus respuestas aunque destaca un tacto de dirección mucho más ágil de lo previsible y un tacto de frenos muy natural.
Más ágil y rápido de lo previsto
Sobre el asfalto se siente como un coche ágil y rápido, que ofrece además un selector de modos de conducción con las posiciones Comfort, Sport, Eco e Individual, que modifican fundamentalmente la respuesta de la dirección y el acelerador, haciendo que el Scenic parezca un vehículo mucho más rápido, con unas respuestas sorprendentes para su peso y volumen (pesa más de 1.800 kilos).
A sus mandos destaca también la presencia de botones físicos para el manejo de la mayor parte de los automatismos del vehículo, que además pueden accionarse desde la pantalla central.
El volante multifunción aglutina hasta cuatro palancas satélites más las levas y numerosos pulsadores en los brazos, incluido el botón flotante Multi Sense que permite seleccionar los modos de conducción.
La marca ha abierto ya los pedidos del Scenic, que estrena el acabado deportivo Esprit Alpine, con un precio de venta de 38.700 euros para la versión de 170 caballos con batería de 60 kWh y de 45.900 euros para la versión superior de 218 caballos y batería de alta capacidad, precio que incluye descuento oficial pero no el Moves, que debería restarse de esta cantidad.