El nuevo familiar híbrido enchufable de origen español con autonomía muy superior a la media

El Seat León puede considerarse como un verdadero hito para la automoción española, un modelo que vio la luz en 1999 y que en su momento sirvió para devolver de nuevo a la marca a la batalla de los compactos de calidad y el volumen de ventas.

Una de las mejores pruebas de la calidad de aquel León es que a día de hoy aún existen numerosas unidades a la venta y a un precio que no es barato.

Así es la carrocería

En 2020 vio la luz la cuarta generación de este modelo que vio la luz en plena epidemia de COVID, lo que hizo pasar desapercibido a uno de los mejores coches que pueden encontrarse hoy en el mercado analizando su relación calidad precio.

En este caso dispone de una interesantísima versión que recibe la etiqueta Cero gracias a su motor híbrido enchufable, que en octubre del año pasado recibió un nuevo motor con una batería de mayor capacidad que le permite homologar hasta 133 kilómetros de autonomía en modo 100 % eléctrico, una verdadera joya.

Así es su motor

Esta versión combina un motor gasolina de 150 caballos con otro eléctrico de 116 caballos, generando una potencia conjunta de 204 caballos.

Una opción excelente para los que valoran por un lado su etiqueta Eco y por otro la funcionalidad de circular casi a diario sin gastar nada de combustible, pues esta autonomía está por encima de la media de kilometraje que realizan a diario la mayor parte de los conductores, lo que permitiría cargarlo sólo un par de veces a la semana.

La marca ha aprovechado la llegada de esta nueva versión de motor para introducir más cambios en el modelo, que ahora dispone de una pantalla interior de 12,9 pulgadas excepcional en su manejo, también actualizado, así como un nivel de equipamiento elevado en este acabado FR al recibir elementos como la última generación de faros Matrix led, que adaptan el haz a las condiciones de la carretera y al tráfico.

El León sigue disponible en dos carrocerías, 5 puertas y Sportswagon o familiar. Al volante de esta versión familiar nos sorprende mucho el espacio interior, sencillamente excepcional en todas sus plazas y sin necesidad de recurrir a voluminosas carrocerías tipo SUV, disponiendo además de un maletero de 470 litros, más que suficiente.

Así es el interior

En el interior destaca el rigor de los ajustes y la calidad de los materiales empleados, todo muy germano, con una segunda pantalla que hace las veces de cuadro de instrumentos y una calidad general sencillamente excepcional para un vehículo con una vocación rutera muy importante.

Esta versión nos permite elegir entre los modos Hybrid, en el que es el coche quién elige el motor que utiliza en cada momento pero dando prioridad al eléctrico para bajar consumos, o el e-Mode o modo 100 % eléctrico siempre que tengamos batería. Dispone también de un opción para cargar batería con el motor de gasolina.

Además de homologar unos 130 kilómetros de autonomía según versiones, tiene una velocidad máxima de 220 kilómetros/hora, con una aceleración 0-100 km/ de 7,7 segundos.

Al volante las sensaciones son inmejorables, el empuje instantáneo del motor eléctrico en arrancadas y aceleraciones se complementa a la perfección con el de gasolina, de hecho la sensación es conducir un coche de potencia superior, con un consumo además extremadamente razonable si recargamos la batería con asiduidad. Todo ello con la suavidad y la eficacia que transmite el cambio automático DSG.

Esta versión se vende exclusivamente con el acabado FR, con estética y tacto ligeramente deportivo pero que incorpora todo el equipamiento imaginable. Tiene un precio de venta oficial en torno a los 40.000 euros, pero con promociones de marca y el plan Moves podría rondar los 33.000 euros, una excelente opción de compra.