Hilaree Nelson (1972-2022)
La primera mujer que alcanzó el Everest
También protagonizó varios primeros descensos en las cumbres más peligrosas
Hilaree Nelson
Símbolo del alpinismo femenino, su hazañas le otorgaron fama planetaria.
La trayectoria como alpinista de Hilaree Nelson se caracteriza por una interminable pulverización de marcas y superación de retos: protagonizó el primer descenso en esquí de la Línea del Sueño (desde la cumbre) por el pasillo de la cordillera del Lhotse en Nepal, el de Papsura, el de Makalu, el de los cinco Picos Sagrados y el de la cumbre del Cho Oyu en el Tíbet. También en su tierra, haciendo lo propio desde la cumbre de Meissner en Alaska y desde la de Bubble Fun en Wyoming, sin olvidar su título de campeona de Europa de Esquí Extremo Femenino.
Su mayor hazaña, la que la hizo merecedora de la fama planetaria, tuvo lugar el 25 de mayo de 2012: aquel día se convirtió en la primera mujer en alcanzar las cimas del Everest y del Lhotse en menos de 24 horas.
Su epopeya empezó a la edad de cinco años en las montañas cercanas a Seattle, su ciudad natal adonde sus padres la llevaban en compañía de sus hermanos, si bien los progenitores disfrutaban más de los deportes acuáticos. Por eso los hijos terminaron yendo solos. «Eso fue una parte enorme de cómo aprender a estar solo, que a su vez es una parte sorprendentemente importante del alpinismo».
Cuando decidió que su pasión se iba a convertir en su actividad principal, trasladó su residencia durante unos años a los Alpes franceses, escenario ideal para ir preparando el asalto de las cordilleras indias, nepalíes y chinas. Ante su genialidad, pronto llegaron los contratos de patrocinio –principalmente el de The North Face– y unos documentales que hoy, ante el trágico cariz que han tomado los acontecimientos, ya han conseguido el valor de imperecederos.
El pasado lunes, al iniciar el descenso del Manalú –cuya cima, a una altitud de 8.163 metros, acababa de tocar en compañía de su pareja, Jim Morrison– generó con sus esquíes una pequeña avalancha que se fue ensanchando hasta llevársela por delante. Dos días de intensa búsqueda fueron en vano.