El inolvidable Riff de 'West Side Story'

En West Side Story, Riff es el cofundador de la banda conocida como los Jets junto con Tony, su mejor amigo. Mientras el primero trata de dárselas de realista frente al idealismo del segundo, los hechos, según avanza el guion, acaban evidenciando su inmadurez.

Ese es el papel que incumbió a Michael Callan en el legendario musical estrenado en 1957. Fueron sus actuaciones junto a Julie Andrews en The Boy Friend, otro musical de Broadway, así como en el show de Ed Sullivan las que convencieron a Jerome Robbins, coreógrafo de West Side Story para decantarse por Callan.

El éxito planetario de 1957, como era de esperar, disparó su carrera y tiempo faltó a la Columbia Pictures para hacerse con sus servicios, en régimen de exclusividad, por un periodo de siete años. Sin embargo, el contrato incluía una restrictiva cláusula que le impedía desempeñar en la gran pantalla el rol que le proyectó a la fama planetaria desde Broadway.

El impedimento no fue óbice para que destacara en otras prestaciones cinematográficas de gran calidad, como cuando encarnó al romántico bandido Clay Boone en Cat Ballou, en compañía de Jane Fonda y Lee Marvin. Polifacético y con gran capacidad de adaptación, Callan interpretó, siempre en el cine, papeles tan variopintos como trapecista, delincuente o médico.

En televisión también tuvo una dilatada trayectoria, si bien una experiencia le jugó una mala pasada en su vida personal: el súbito enamoramiento con Patricia Harty, la coprotagonista de Occasional Wife, desembocó en un matrimonio tan breve como la duración de la serie. La segunda parte de su carrera fue más discreta, con papeles más secundarios, pero manteniéndose en el universo de la interpretación hasta bien entrada la séptima década de su existencia. Probó, asimismo, suerte en la producción de películas de terror.

Las dotes artísticas de Callan brotaron pronto: a los once años su madre le apuntó a clases de canto antes de orientarse hacia el baile, para emular a su ídolo Gene Kelly. Su trayectoria transcurrió por otros derroteros: a los quince años ya ganaba dinero actuando en clubes nocturnos. Ahí empezó el camino hacia West Side Story.