Reorganizó la Orden de Malta tras la grave crisis de 2017

Seguro que Fray Ludwig Hoffmann Von Rumerstein hubiera preferido no tener que gestionar la grave crisis que asoló a la Orden de Malta a principios de 2017. Pero asumió sus responsabilidades sin pestañear en su condición de gran comandante, cargo al que había sido elegido por segunda vez en 2014 y que hacía recaer en sus hombros, con carácter interino, la dirección de la Orden mientras se ponían en marcha los procedimientos para elegir el sucesor de Fray Matthew Festing.

Este último, que regía los destinos de la venerable institución –ya son más de nueve siglos de ininterrumpida actividad al servicio de la Iglesia– desde 2008, fue invitado a renunciar por el Papa Francisco el 30 de enero de 2017. El desencadenante de la crisis había sido el abrupto cese, por parte de Festing, del gran canciller, el barón Albrecht von Boeselager, debido a unas diferencias en relación con la estrategia humanitaria de la Orden en Birmania. Concretamente sobre la oportunidad de distribución de anticonceptivos en determinadas circunstancias.

Una medida que apoyaba el noble alemán, en contra del parecer, más tradicional, del gran maestre inglés. La pugna se resolvió a favor de Boeselager. De ahí que su vuelta al cargo de Gran Canciller fuese la primera medida que impulsó Hoffmann Von Rumerstein una vez asumió el mando supremo, y después de que la autoridad eclesial declarase nulas las disposiciones de Festing.

Versiones contradictorias aún circulan acerca del papel jugado por el entonces cardenal patrono de la Orden, Raymond Leo Burke, en la génesis y desarrollo de la crisis. El purpurado norteamericano desmintió públicamente a Hoffmann Von Rumerstein, asegurando que nunca presionó a Festing para que hiciese rodar la cabeza de Boeselager. Sea como fuere, la muy publicitada controversia no afectó al mandato interino de Hoffmann Von Rumerstein, que el 29 de abril de 2017 entregó las riendas de la Orden al nuevo gran maestre, Fray Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto. Por su parte, siguió como gran comandante hasta 2019.

Hoffmann Von Rumerstein, que ejerció durante más de tres décadas como abogado penalista en Innsbrick, su ciudad natal, había ingresado en la Orden de Malta en 1970, desempeñando desde muy pronto responsabilidades en su rama austriaca, como cofundador, y posterior gerente, de la división de distrito de Tirol y Vorarlberg del Malteser Hospitaldienst Austria (MHDA), y también como director del tren hospital que viajaba anualmente a Lourdes. En 1988 pronunció los votos perpetuos y en julio pasado julio de 2022 fue destinado nuevamente al Gran Priorato de Austria y nombrado miembro de su Capítulo.