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Roser AmadóCOAC

Roser Amadó (1944-2023)

Transformadora de la Barcelona contemporánea

Deja su huella en la Villa Olímpica, en las sedes del Archivo de la Corona de Aragón y de la Fundación Antoni Tapiés así como en edificios de viviendas sociales

Nació el 22 de enero de 1944 en Barcelona, ciudad en la que falleció el 12 de septiembre de 2023

Roser Amadó i Cercós

Arquitecto

Arquitecto desde 1968, directora en la década de 1970 de la revista «Medio Ambiente», fue también conferenciante en varias universidades.

Roser Amadó fue una de las primeras mujeres arquitecto que hubo en Cataluña, obteniendo su diploma por la Escuela Superior Técnica de Arquitectura de Barcelona en 1968. Señala «El Punt Avui» que «en su curso, de 200 alumnos, apenas había media docena de chicas». Si difícil resultó abrirse paso en una profesión hasta entonces predominantemente masculina, azarosas fueron las circunstancias que la impulsaron a decantarse por la Arquitectura.

La propia Amadó se encargó de recordarlas hace unos años en la revista Compás d’amalgama. «En 1964 había hecho el curso común de ciencias y las chicas solían estudiar farmacia, pero en mi caso esto no podía ser porque mi padre, que era farmacéutico, había decidido hacer hereu a mi hermano. Así que, totalmente despistada, fui a parar a arquitectura simplemente porque dibujaba bien y era buena en matemáticas, de forma que puedo decir que mi elección no fue vocacional».

Lo menos que se puede decir es que aquella casualidad terminó surtiendo efectos beneficiosos, a tenor del legado que deja Amadó. Su primer gran éxito fue el rediseño -en colaboración con Lluís Domenech i Girbau, su marido y socio en la mayoría de sus realizaciones- del centro histórico de Lérida, importante obra que abarcó, entre otros edificios al Palacio de Justicia, recompensada con el Premio Nacional de Urbanismo en 1985. Fue seguida, ya en Barcelona y entre 1990 y 1993, por el edificio que hoy alberga al Archivo de la Corona de Aragón y la reconversión del edificio de la editorial Montaner i Simón en sede de la Fundación Antoni Tapiès, recompensada por la primera edición del Premio Década.

Mas el trabajo que proyectó internacionalmente a Amadó fue el edificio de oficinas «Euroicity», integrado en la Villa Olímpica de Barcelona, con, tal y como viene generalmente definido, un cuerpo cuadrado de dos plantas elevado sobre el suelo por una estructura metálica de malla ligera, típico del racionalismo de Amadó y de sus dotes para la gestión de espacios. También se encargó del conjunto de viviendas sociales «Rec Comtal», muy representativas de la transformación urbanística de la Barcelona contemporánea. Según señala la publicación especializada «Metalocus», «su trabajo mantiene el rigor tanto a escala urbana como en la ejecución técnica de sus obras». Sin olvidarse de la adaptación a los tiempos: la sostenibilidad inspira toda la actividad del estudio de arquitectura B01, que fundó junto a Domenech en 2001.

Como señala a este diario Sander Laudy, otro socio del estudio, «su visión de la sostenibilidad era visionaria, en el sentido que se preocupaba de este aspecto tan clave de la arquitectura mucho antes que el resto del gremio. Y esto con gran rigor y con una comprensión de la esencia del problema, cosa que solamente con perspectiva de décadas podemos apreciar porque ya veía que el cambio climático no solo se podría solucionar con el ahorro energético pero que necesitábamos también un otro uso de los materiales, una otra ordenación del territorio, una otra relación con la vegetación y una otra comprensión de lo que son los edificios existentes a rehabilitar». «Son todos temas que con los años han llegado a estar en la agenda del sector, pero no lo eran en el año 2000» concluye.