Historiador incombustible

El 8 de noviembre falleció, en su domicilio de Madrid, víctima de larga enfermedad, don Luis Miguel Aparisi Laporta, figura señera entre los investigadores de la Historia de Madrid. Nacido en Valencia en 1943, era viudo de doña Araceli Guardiola, que le dio cinco hijos, prole que se alarga en ocho nietos a los que adoraba.

Se integró muy joven en el equipo de Ingeniería de Televisión Española, desde 1964 a 2002, y ejerció la docencia como profesor del Instituto Oficial de Radiotelevisión y del Instituto Politécnico, siendo autor de varios tratados de Electrónica de Comunicaciones, pero queremos subrayar ahora su faceta de investigador de la Historia de la Villa y Corte que le sirvió de cuna, materia por la que tomó interés desde la adolescencia, al ser su padre, el profesor e historiador Antonio Aparisi Mocholí, Concejal del Consistorio madrileño, aparte de Jefe Nacional de la Obra Sindical de Formación Profesional y procurador en Cortes.

Luis Miguel deja publicados un centenar largo de títulos sobre esta materia, entre libros y artículos, debiendo destacarse una obra monumental, Toponimia madrileña. Proceso evolutivo, obra en varios volúmenes con sus correspondientes actualizaciones, publicada, a partir de 2001, por la Gerencia Municipal de Urbanismo. Destacó también su faceta de conferenciante en muy diversos foros. Toda su obra es ejemplo de erudición en la mejor acepción del término.

De su ejecutoria destacaremos que fue vocal del Consejo Editorial de la revista Madrid Histórico, activo miembro colaborador del Instituto de Estudios Madrileños entre 1986 y 1996 y numerario del mismo desde esa fecha, integrándose en su Junta de Gobierno a partir de 1998 y ejerciendo también las funciones de Administrador. En 2002 ingresó en la Cofradía Internacional de Investigadores y en 2007, como correspondiente, en la Real Academia de la Historia, firmando gran número de biografías de su Diccionario. En su palmarés destacamos que fue distinguido con el Premio 1997 de Investigación Histórica Antonio Maura y, en dos ocasiones, con el Premio de Urbanismo Historia e Investigación Urbana (años 2002 y 2004). Caballero de la Real Hermandad de San Fernando, la República de Brasil lo condecoró con la encomienda de la Orden del Crucero del Sur y estaba en posesión de la cruz al Mérito de la Seguridad y la Protección.

Sin restar importancia a todo lo mencionado, queremos subrayar agradecidos que hasta su fallecimiento ha sido vocal de la Junta de Gobierno de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, que custodia el Cementerio de La Florida, en el que reposan los restos de 43 de los asesinados por las tropas de ocupación napoleónicas el 3 de mayo de 1808, histórico lugar que fue objeto de estudio singular por parte de Aparisi y a cuyo conocimiento y difusión dedicó incansables y meritorios esfuerzos.

• José Luis Sampedro Escolar es presidente de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos