El humorista de lo políticamente incorrecto

Fue una de las caras más simpáticas, espontáneas y abiertamente cómicas de la televisión española de las décadas de 1980 y 1990. Un humorista que vivió por y para hacer reír sin ninguna clase de complejo y rozando siempre la irreverencia.

Arévalo nace como Francisco Rodríguez Iglesias en Madrid en 1947, pero se cría en Catarroja (Valencia) y desde niño participa con su padre (de cuyo segundo apellido toma el que será su nombre artístico) en espectáculos cómicos como El Bombero Torero. Durante la década de los 70 empieza a actuar en solitario y a vivir profesionalmente del humor, pero se hace popular en toda España gracias a ser debut en 1983 en el programa de televisión Un, dos, tres de cuyo equipo formó parte hasta 1994. Y es que él fue uno de los humoristas habituales del concurso junto a Antonio Ozores, Raúl Sénder, Juanito Navarro o Bigote Arrocet en la época en la que uno de cada tres españoles veía el programa cada viernes por la noche.

Los chistes de Arévalo fueron siempre un poco irreverentes y gustaban de hacer mofa de diferentes colectivos. La mayor parte de ellos empezaban contando la historia de «un gangoso», «un mariquita», «un francés, un inglés y un español» o «un tartamudo». Con todo, su popularidad durante dos décadas no hace sino crecer: Graba más de 30 casetes de chistes y es una de las caras habituales en los escenarios y salas de fiesta de toda España además de ser una de las estrellas invitadas en los programas especiales de Televisión Española como Risas y estrellas. No en vano, en 1997 Antena 3 le encarga su propio programa de humor llamado Arévalo y Cía consistente en una serie de sketches que él protagonizaba junto a diversos actores y cómicos como Javivi, José Carabias o Malena Gracia. La televisión fue su medio y durante toda su vida participó como invitado en numerosos espacios y también en varias series de ficción en las que él era el alivio cómico como Éste es mi barrio o El botones Sacarino.

Su carrera, sin embargo, fue más allá del mundo televisivo. Debutó en el cine en 1981 con Su majestad la risa y durante la década de los 80 trabajó hasta en seis ocasiones a las órdenes de Mariano Ozores en películas como El pan debajo del brazo, Cuatro mujeres y un lío o Los obsexos. Una carrera sin grandes títulos que continuó ya en los años 90 y 2000 con películas como El oro de Moscú o Isi & Disi, alto voltaje.

Amigo inseparable de Bertín Osborne, a él se unió profesionalmente en diversos proyectos cómico-musicales como la obra de teatro Mellizos que fue un éxito total. Un formato que acabarían transformando en Por humor al arte y que, desde 2013, se representó en más de 400 ocasiones logrando más de medio millón de espectadores en toda España.

Arévalo estuvo casado (viudo desde 2015) y fue padre de cuatro hijos de los cuales uno murió al nacer y otro a la edad de 26 años y cuya foto, contaría a Bertín Osborne en su programa En tu casa o en la mía, besaba siempre antes de salir a un escenario.

Irreverente, gracioso y socarrón, los compañeros de trabajo de Arévalo hablaron siempre bien de él, de su buen temperamento y de su sincero humor. Un cómico que, sin ser del gusto de todos los públicos, fue sin duda único.