Veterano y querido actor secundario

José Lifante fue uno de esos veteranos, reputados y prolíficos intérpretes del cine español que destacó durante una dilatada carrera de 60 años por salpicar el cine y la televisión de buenos y solventes papeles, muchos de ellos, inolvidables. Esa clase de actores que no son corrientes.

Nacido en Barcelona en 1943, Lifante estudia Filosofía y Letras especializándose en Historia del Arte mientras empieza a aproximarse al mundo de la interpretación como aficionado en el grupo de teatro Enrique Diosdado y Amelia de la Torre de Barcelona. En 1961 debuta en el cine en dos papeles pequeños sin acreditar en Los atracadores y Juventud a la intemperie. Sin embargo, durante la década estuvo dedicado al teatro por entero, destacando en algunos montajes como El adefesio de Alberti en 1966.

En la década de los 70 vuelve al cine y empieza una carrera que ya nunca interrumpiría hasta el año 2020 con más de 120 incursiones en películas y cortometrajes de toda índole. Trabajó para innumerables directores como Ramón Fernández (Las aventuras de Enrique y Ana), Mariano Ozores (La loca historia de los tres mosqueteros y ¡Esto es un atraco!), Pedro Lazaga (Vota a Gundisalvo y El ladrido), Antonio Mercero (Tobi), Jaime de Armiñán (Al servicio de la mujer española), Antonio del Real (La conjura de El Escorial) y Eloy de la Iglesia (Miedo a salir de noche). Pero, de su dilatada carrera cinematográfica destacan dos papeles, el de Goyo, el mayordomo del Marqués de Leguineche en Patrimonio Nacional, la hilarante comedia de Luis García Berlanga de 1981 y el del zombi Marin West en la cinta fantástica de serie B -hoy película de culto- No profanar el sueño de los muertos que dirigió Jorge Grau en 1974.

Tampoco se le resistió la televisión donde trabajó especialmente en comedias como El pícaro de Fernando Fernán Gómez, La señora García se confiesa de Adolfo Marsillach, Chicas de hoy en día de Fernando Colomo, y otras como Hermanos de leche, Aquí no hay quien viva, Abierto 24 horas o Amar es para siempre. También apareció de manera recurrente en el programa de televisión La bola de Cristal e intervino en al biopic de Televisión Española Teresa de Jesús en 1984. Aunque acaso el papel de televisión por el que más se le recuerda es el del sacerdote Don Benito en la serie Cuéntame cómo pasó en la que intervino en once episodios entre 2008 y 2015.

En la década de los 90, Lifante se afianzó también como actor de doblaje en trabajos como el de Los caballeros del zodíaco, Colombo o El Equipo A.

Tras su muerte, el mundo del cine y la televisión llora a uno de sus actores más queridos y de mayor trayectoria. Uno de esos actores insustituibles.