Un discreto y prolífico mecenas valenciano

«Como fundador y presidente de la Fundación, fue un ilustre visionario que no solo dio forma a una institución dedicada a promover el arte y la cultura, sino que también se erigió como un faro de inspiración para las generaciones venideras. Su incansable dedicación a la preservación y difusión del patrimonio artístico ha dejado una marca imborrable en el tejido mismo de nuestra sociedad», señalaron los familiares de Juan José Castellano Comenge al anunciar su fallecimiento, acaecido en Valencia el pasado 29 de marzo.

La fundación es la que lleva su nombre y vio la luz en 2016 cuando Castellano Comenge estimó que había llegado el momento de que los valencianos –y todos los interesados en el arte contemporáneo que se acercan a la capital del Turia– pudiesen admirar la imponente colección que había constituido durante décadas. Los visitantes de la sede de la calle del Poeta Querol se toparán con una representación de lo mejor que ha generado el arte español contemporáneo: Vicente Peris, Francisco Lozano, Horacio Silva, Manuel Hernández Mompó, Juan de Ribera Berenguer, Joan Cardells, Manolo Valdés, Keke Vilabelda, Nico Munuera, Juan Olivares, Eusebio Sempere, Juan Genovés, Carmen Calvo, Equipo Crónica o Equipo Realidad, y la lista no es exhaustiva, son algunos de los creadores representados.

Mas la actividad de la fundación no se limita a la exhibición de la colección permanente: también otorga un premio, generosamente dotado con 22.000 euros –de los cuales 15.000 aterrizan en la cuenta bancaria del ganador–, que lleva el nombre de Isabel Comenge, madre del mecenas, y artífice de su pasión por la pintura, a la que le acostumbró desde niño. Este último fue creciendo, se licenció en Derecho, empezó a tener éxito en los negocios: los relacionados con el ladrillo y con inversiones de diversa índole, congregados en torno a Inversiones Gemenco, que comparte número de teléfono con la fundación.

Con el dinero ganado, Castellano Comenge empezó a organizar su colección. Fue una tarea de largo recorrido, pues reconoció en una entrevista concedida a Las Provincias que se vio obligado a pagar a plazos varias de sus adquisiciones. El esfuerzo ha merecido la pena: su generosidad ha contribuido a hacer de Valencia una ciudad más atractiva en el plano cultural.