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Juan Carlos Beca Belmonte y Silvia GonzálezEFE

Juan Carlos Beca (1947-2024)

Heredero de un linaje taurino que prefirió un segundo plano

Exponente de un toreo clásico, pronto prefirió actuar entre bastidores: por ejemplo, como apoderado de su cuñado Paquirri

Nació en Sanlúcar de Barrameda el 24 de agosto de 1947 y falleció en Madrid el 6 de abril de 2024

Juan Carlos Beca Belmonte

Torero

Torero entre 1968 y 1980, después de su retirada fue hombre de confianza de Paquirri, y trabajó en las plazas de Madrid y El Puerto de Santa María.

Fue Juan Carlos Beca Belmonte quien, siguiendo instrucciones de Francisco Rivera Paquirri, realizó los trámites para que el diestro de Barbate toreara en Pozoblanco la fatídica tarde del 26 de septiembre de 1984; fue él, en su calidad de hombre de confianza, quien le acompañó en sus últimos momentos. Beca Belmonte y Paquirri habían entablado una amistad inquebrantable mientras estaban casados con las dos hijas de Antonio Ordóñez: el primero con Belén, el segundo con Carmen, sin que el fracaso de ambos matrimonios –duraron poquísimo– empañase la colaboración profesional.

Pero mientras Paquirri prosiguió su carrera triunfal en los cosos –en paralelo a otra, masiva y constantemente publicitada, en la prensa del corazón–, Beca Belmonte optó por la discreción, refractario que fue siempre a publicidades baratas. Baste decir que su retirada como matador de toros, acaecida en 1980, pasó prácticamente desapercibida.

No por falta de talento: salió en dos ocasiones por la puerta grande de la Monumental de Las Ventas. En relación con el peso que le suponía su segundo apellido –era nieto de Juan Belmonte–, nunca se supo del todo. En cambio, sí que era público y notorio que su familia intentó disuadirle de seguir los pasos de su ilustre abuelo. Por ejemplo, enviándole a estudiar a Suiza.

Sin embargo, el joven Beca Belmonte hizo caso omiso de la recomendación y apareció por primera vez vestido de luces el 10 de julio de 1966 en la plaza del municipio alicantino de Ondara, debutando al año siguiente con picadores en Valencia, apadrinado por Ordóñez, su futuro suegro. La confirmación se produjo en Las Ventas en 1969, con Antonio Chenel, Antoñete, de testigo. Durante sus años de actividad, Beca Belmonte ofreció un toreo puro y clásico, pese a que nunca destacó en las alturas del escalafón.

Su lucidez le hizo optar por la retirada, si bien permaneció en el universo taurino: primero en compañía de Paquirri y más adelante como gerente de la Monumental de las Ventas, adonde llegó como miembro de la Unión Temporal de Empresas liderada por José Antonio Chopera, Fidel San Román y Ramón Calderón. También fue empresario de la plaza de El Puerto de Santa María. Fuera del toreo, Calderón, al ser elegido presidente del Real Madrid, le brindó una oportunidad como jefe de taquillas del club.