General Manuel Barrós Vales (1954-2024)
Un buen soldado, un buen hombre, un gran compañero
Era un militar dedicado a su familia, al servicio a la Corona y a sus compañeros de la XXXII promoción
Manuel Barrós Vales
General de División
General de División del Ejército de Tierra, anterior Jefe de Seguridad de la Casa de Su Majestad el Rey y general adjunto al jefe de la UME.
Se fue el general Barrós, Manolo, un militar dedicado a su familia, al servicio a la Corona y a sus compañeros de la XXXII promoción. Se fue para siempre Manolo Barrós, un buen soldado, un buen hombre…, un soldado bueno.
Se fue un gran gallego, de Tomiño, Pontevedra, presumía de ello, y un gran español como le gustaba destacar. Se fue, después de cumplir con honor y lealtad la palabra empeñada y hacer el bien en lo que fue menester y estuvo a su alcance.
Se fue dejando décadas de servicio a España y a la Corona, en la persona de Su Majestad el Rey Juan Carlos I, y a la Casa de Su Majestad en puestos de la mayor responsabilidad e importancia. Loable servicio que Su Majestad supo agradecerle refrendándolo como servicios prestados con gran lealtad, dedicación y eficacia.
Se podría decir que se fue siendo un reflejo de lo que señalan los actuales principios y criterios de actuación de la Casa de Su Majestad el Rey que, en parte, se inspiraron en su forma de actuar y de desarrollar sus funciones.
Se fue, pero poco antes, pudo asistir a la creación de un proyecto de investigación sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica, ELA, que la Reina Doña Sofía instituyó con el nombre de «Manolo Barrós».
Se fue, pero quedará su recuerdo en el Primer Congreso Internacional sobre ELA que llevará el nombre de «Manolo Barrós», en el que colabora la Fundación Reina Sofía.
Se fue el alma del Camino de Santiago que organizaba para su Promoción. Camino que compartimos muchos de nosotros durante más de un lustro. Pronto lo iniciaremos de nuevo y él lo recorrerá en nuestro corazón.
Se fue, pero poco antes, con su enfermedad ya avanzada, su fortaleza y entereza le permitieron renovar su compromiso de lealtad con el Rey y con España a los 50 años del ingreso en la Academia General. Su orgullo de buen soldado le hizo mantenerse con esfuerzo erguido en formación. Todo un ejemplo para nosotros.
Se fue siendo fiel al decálogo de «la Academia General» que asumió desde 1973, habiendo derrochado un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey exteriorizado en todos los actos de su vida. Se fue como soldado, «haciéndose querer de sus inferiores y desear de sus superiores».
Se fue y dejó un lugar en las filas de la promoción, puesto reservado con todo el cariño para Imelda, su mujer. Se fue, pero Imelda y sus hijos Pablo y Raquel han llenado su vacío con el cariño de muchos amigos que sienten su pérdida. Saben que nos tendrán siempre a su lado.
Manolo, te has ido abruptamente, después de esa penosa enfermedad, pero seguirás siempre con nosotros. Manolo, te marchaste siendo un ejemplo de «la cortesía, el buen trato, la verdad, la fineza, la lealtad, el valor, la bizarría, el crédito, la opinión …» como definía Calderón de la Barca a un buen soldado.
Manolo, nos recuerdas el «Per aspera, ad astra», por el esfuerzo y el compromiso hacia el fiel cumplimiento del deber, hacia las estrellas. Y allí estás, esperándonos.
Se ha ido un buen amigo, gran compañero, un soldado, un cristiano... te echaremos de menos.
¡Ultreia et suseia!
Buen camino!, Manolo
Juan García Montaño y tus compañeros de la XXXII Promoción