Los chicos y las chicas de mi edad

«Todos los chicos y chicas de mi edad /caminan por la calle en pareja / todos los chicos y chicas de mi edad / saben lo que es ser feliz /Y ojo a ojo y mano a mano / se van enamorados sin miedo al mañana». Este es el extracto más conocido de la letra de la canción icónica de la generación yeyé en Francia. También, en alguna medida, fuera de sus fronteras. La cantaba Françoise Hardy, una joven parisina de clase media, con voz dulce y, al mismo tiempo, no desprovista de sobriedad.

Era 1962 y la aventura de Hardy había comenzado un año antes, al ser fichada por la casa discográfica Vogue, interesada en promover a una pandilla de jóvenes cuyo principal referente ya era Johnny Halliday. En un principio, la cantante en ciernes grabó tres canciones que fueron objeto de una acogida más bien discreta. El punto de inflexión se produjo cuando interpretó en la televisión pública 'Todos los chicos y chicas' durante un corte del recuento de los resultados del referéndum sobre la elección directa del presidente de la República, convocado por el general Charles De Gaulle, por entonces titular del cargo. En menos que canta un gallo, la canción se convirtió en un éxito y su intérprete en ídolo de masas.

Al año siguiente, en 1963, representó a Mónaco en el Festival de Eurovisión, con 'L'amour s'en va'. Hardy volvió a despuntar, esta vez en las pantallas de media Europa, aunque solo quedase quinta. No hizo falta más para que su discográfica le propusiera internacionalizar sus éxitos, tarea que cumplió en italiano, alemán e inglés. Desde entonces, su carrera fue estable, aunque no plana. Entre otras cosas, por la legenda pareja que formó con otro cantante también repleto de talento, si bien mucho más extravagante, Jacques Dutronc. Podían estar largas temporadas sin que se hablara de ellos, no les importaba, pero cuando irrumpían en la actualidad, eclipsaban al resto.

En 1988, la cantante decidió que había llegado el momento de hacer la primera pausa en su carrera, dividiendo su tiempo entre la composición de canciones para otros y la redacción de libros sobre Astrología, su otra gran pasión. Su regreso a la música se produjo en 1996 con el aclamado álbum de rock 'Le Danger'. En 2005 ganó el premio Artista Femenina del Año por 'Tant de belles choses', y al año siguiente recibió la Gran Medalla de la Canción Francesa otorgada por la Academia Francesa.