José Luis Negro Fernández (1940-2024)
Un referente de la educación madrileña y española
Su partida deja una huella imborrable en la Comunidad Educativa y en el ámbito de los colegios profesionales
José Luis Negro Fernández
Nació en Madrid el 15 de junio de 1940, lugar en el que falleció el 30 de junio de 2024
Su legado perdurará a través de sus contribuciones, instituciones fundadas y, sobre todo, en los corazones de aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo. Su ejemplo de dedicación total a una labor educativa que sigue dando sus frutos es un ejemplo para todos.
El pasado 30 de junio, tras una larga enfermedad, falleció José Luís Negro Fernández, a la edad de 84 años, dejando un legado inolvidable en el mundo de la Educación. Su partida deja una huella imborrable en la Comunidad Educativa y en el ámbito de los colegios profesionales.
José Luis Negro Fernández, tras haber permanecido como decano durante 31 años, recibió el título de Decano de Honor del Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid (CDL), el único hasta ahora concedido en los 125 años de andadura de este Colegio. Fue decano del citado colegio oficial (desde 1980 hasta 2011) y, además, fue presidente del Consejo General de Colegios (desde 1983 hasta 2004).
José Luis Negro solía decir que sus inicios, como decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, coincidieron con una etapa en la que esta corporación de derecho público venía siendo utilizada como un elemento vicario de la política de izquierdas. En 1979, encabezó un grupo de colegiados críticos que, convencidos de que el Colegio debía tomar un rumbo diferente, en la junta general ordinaria de ese año, votaron en contra de la gestión anual de la junta de gobierno y ganaron la votación. Como consecuencia de esta derrota, en diciembre de 1979, el equipo gobernante convocó elecciones a la junta de gobierno. Las elecciones se celebraron en enero de 1980 y José Luis Negro se presentó al cargo de decano. En marzo de 1980, tomó posesión la nueva junta de gobierno, integrada por un equipo totalmente renovado, liderado por el José Luis Negro como decano y Roberto Salmerón como secretario general. A partir de la toma de posesión, dio al Colegio una orientación eminentemente profesional, basando su actuación en la formación permanente de los profesionales y en el impulso del desarrollo de las numerosas profesiones adscritas al Colegio profesional.
Sin exagerar, podemos decir que José Luis Negro fue el «hacedor» del moderno CDL de Madrid, y sus logros se cuentan por docenas. Además de su inmensa labor como decano, su indispensable presencia en el Consejo General de Colegios y su apuesta por la formación del profesorado, consciente de que en sus manos está el progreso de un país, fueron dos de sus grandes legados.
Como actuaciones relevantes, merecen mención especial la creación de una veintena de Seminarios Didácticos Permanentes (SEDIP), integrados por profesores en ejercicio, que se constituyeron como grupos de trabajo y como punto de encuentro y colaboración del profesorado de Educación Primaria, de Educación Secundaria y de la Universidad, y se encargaron del diseño y organización de actividades de formación del profesorado. Otra actuación singular y de éxito fue la puesta en marcha de la actividad denominada Universidad de Otoño, que este año cumple su XLIII edición. Consiste en la concentración de numerosos cursos de formación de las diferentes áreas y materias curriculares de la educación en el mes de septiembre de cada curso escolar.
En estos cursos, que se organizaron mediante convenios con la Universidad complutense de Madrid, actuaban, y actúan todavía, ponentes del mundo de la educación, de la cultura y de la política educativa (estos últimos en función de sus proyectos e iniciativas legislativas, sin hacer diferencias por el signo político en el poder en cada momento, a la hora de elegir ponentes). La Universidad de Otoño desde hace décadas es un referente en la formación permanente del profesorado. Desde su primera edición es lugar de encuentro del profesorado de distintas disciplinas académicas para conocer las novedades educativas en contenidos y metodologías. Fue asimismo impulsor de un buen número de concursos y premios (literarios, de investigación...) que se vienen celebrando periódicamente en el CDL con gran éxito de concurrencia. Entre los ganadores de uno de estos premios se encuentra el actual presidente del CEU, (Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera) cuando era un jovencísimo historiador.
Otra de sus iniciativas fue la creación de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE). Según consta en el acta constitucional de este organismo, de 30 de octubre de 1977, José Luis Negro Fernández presidió la creación de la citada federación de sindicatos, dedicada exclusivamente a la enseñanza privada y a la atención a personas con discapacidad. A partir de su constitución, José Luis Negro fue presidente de esta federación sindical durante 10 años.
A José Luis Negro le gustaba repetir, que «el profesor es, debe ser, espectador de primera fila que debe estar ahí, disponible, siempre que el alumno le necesite». El significado de esta frase fue también una norma constante en su relación con los compañeros y colaboradores, a los que, en la práctica cotidiana, dejaba un amplísimo margen de autonomía. Cuidaba con esmero las relaciones profesionales y personales de los que le rodeaban, institucionalizando eventos culturales y que, en torno a un tema o a un acontecimiento, se celebrarían periódicamente. Este es el caso del encuentro anual de los miembros de los Seminarios Didácticos Permanentes, que se celebraba cada año en una ciudad diferente y que, además de servir de encuentro entre colegas, aglutinaba varios actos institucionales y culturales que se desarrollaban a lo largo de uno o varios días.
Profesionalmente reunía un sinnúmero de características singulares. Hablamos, por ejemplo, del científico con gran capacidad didáctica, que a través de sus numerosos libros acercaba las complejidades de la Ciencia a todo tipo de lectores. Baste recordar títulos tan conocidos como Iniciación al lenguaje químico orgánico e Iniciación al lenguaje químico inorgánico (ambos de 1983), Drogas (1979, publicado con nuevo formato en 1983), entre otros. Además, fue un profesor que dedicó su vida profesional a enseñar Física y Química en el Colegio de Nuestra Señora del Recuerdo, de Madrid, apoyando su magisterio en libros de texto que eran modelo de claridad expositiva.
Cuantos hemos estado cerca de él en el ejercicio de su cargo hemos podido constatar que lo hizo con total dedicación y maestría, y con una elegancia inusitada ante tan alta responsabilidad. No es, pues, de extrañar que recibiera varias distinciones y condecoraciones, entre ellas la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, en reconocimiento a su servicio a la educación en nuestro país, y el Premio de la Dirección General de Juventud, en la modalidad de formación, entre otros.
La vida personal de José Luis Negro estaba marcada por una enorme disponibilidad y generosidad hacia los demás, en especial hacia los que han estado bajo su dirección. Su carácter afable y su disposición al consenso en los temas conflictivos, siempre tendiendo la mano a las diferentes administraciones educativas al margen de planteamientos ideológicos, son testimonio de su bonhomía.
El impacto de José Luis Negro en la educación se sentirá por años. Su legado perdurará a través de sus contribuciones, instituciones fundadas y, sobre todo, en los corazones de aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo. Su ejemplo de dedicación total a una labor educativa que sigue dando sus frutos es un ejemplo para todos.
- Amador Sánchez es Decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la Comunidad de Madrid