Actriz, modelo y miembro de la 'gauche divine'catalana

Fue una de las actrices más atractivas y prolíficas del cine español con más de setenta películas entre las que hubo destape, terror, comedia y drama. Pero, además, fue una modelo famosa que subo retirarse a tiempo para convertirse en empresaria. Pocas actrices como Teresa Gimpera definen mejor lo que ha sido el cine español en los últimos 50 años.

Hija de dos maestros de la localidad barcelonesa de Igualada, siendo muy niña se traslada a la Ciudad Condal donde vive hasta que comienza una prolífica carrera como modelo que da comienzo cuando tiene 21 años y es descubierta por el fotógrafo Oriol Maspons. Éste le presenta al publicista Germán Puig que la mete en el mundo de la publicidad en el spot del producto de limpieza, sin embargo, su sofisticada belleza y su halo nórdico llaman la atención del fotógrafo Leopoldo Pomés que la convierte en modelo profesional ya en la década de los 60.

Su debut en el cine no tardó en llegar y a partir de 1966 empieza un ritmo inagotable de películas entre las que destacan ‘Cuidado con las señoras’, ‘Novios 68’ o ‘Las secretarias’ y trabaja con Mariano Ozores, Vicente Aranda, Pedro Lazaga o Jorge Grau. En la década de los 70 se vincula a la 'gauche divine' catalana, un movimiento de intelectuales, escritores y artistas de izquierdas que surgió en Barcelona durante los años 60 y 70 y que, junto a miembros de la burguesía catalana, se reunían en torno a la discoteca Bocaccio de la que ella fue una de sus más vivas imágenes.

El cine de terror y el del destape no tardarían en llegar y Gimpera formó parte de ambos en donde destacan algunos títulos como ‘La casa de las muertas vivientes’ o ‘La noche de los diablos’ y ‘El vicio y la virtud’ o ‘El último deseo’, respectivamente. Mientras, empieza a trabajar en teatro y televisión, afianzándose como una de las actrices más populares del cine español, y no abandona nunca sus trabajos como modelo que le llevan a ganar en 1969 los títulos de Lady España y Lady Europa. En el cine, además, se interesa por el drama en contadas y relevantes ocasiones, como cuando en 1973 forma parte del elenco de ‘El espíritu de la colmena’ de Víctor Erice o en 1977 del de ‘La guerra de Papá’ de Antonio Mercero, filmes que le labraron algunas de las mejores críticas de toda una carrera que siempre estuvo ligada a papeles más ligeros.

En 1986, a la edad de cincuenta años, Gimpera monta su propia escuela de modelos y se aparta poco a poco de la interpretación en cine y televisión para centrarse en su vida empresarial y en su familia, aunque sigue apareciendo en algunos trabajos importantes de manera puntual como ‘Asignatura aprobada’ de José Luis Garci en 1987. No en vano, en 1990, la catalana recibe el premio ACE de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York a la mejor actriz secundaria por su papel en dicho filme, siendo éste uno de los reconocimientos más importantes de su carrera. En 2006, además, obtuvo el premio Zoom a la trayectoria profesional, en 2010 recibió la Medalla del Trabajo de la Generalitat y en 2017 el gobierno catalán le concedió la Cruz de Sant Jordi.

Casada en dos ocasiones y madre de tres hijos, el más joven falleció en una clínica de desintoxicación a la edad de 28 años.