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Pablo VictoriaEl Debate

Pablo Victoria (1943-2024)

El político colombiano que vino a España a enseñarnos quién fue Blas de Lezo


En 2005 publicó 'El día que España venció a Inglaterra', considerado veinte años después no sólo como el libro que nos descubrió a los españoles quién fue Blas de Lezo, sino una de las obras pioneras en la desmitificación de la Leyenda Negra

Pablo Victoria Wilches

Nació en Bogotá (Colombia) el 8 de marzo de 1943, y falleció en Madrid el 19 de julio de 2024

Con nacionalidad colombiana y española, era doctor en Economía y en Filosofía, catedrático universitario, senador y miembro del Congreso de Colombia, país en que se postuló para dirigir el Partido Conservador.

En los últimos meses hemos disfrutado del éxito editorial de Marcelo Gullo con su último libro, «Lo que América le debe a España», así como del fenómeno cinematográfico de López-Linares con «Hispanoamérica», mientras que poco antes era María Elvira Roca Barea quien nos desnudaba la hispanofobia, dejándonos embelesados con su facilidad de palabra, propia de la contundencia de quien cuenta la verdad, con ese arte único que sólo da el acento andaluz.

Un conjunto de acontecimientos culturales, el de la reivindicación de nuestra historia, que a lo largo de las dos últimas décadas, ha dejado ya bien patente que no se trata de una mera moda pasajera de frikis, como a los que les puede dar por el Manga, los juegos de Roll, o las películas de Star Wars, sino a un auténtico proceso de vertebración histórica, que si bien nació como un anacrónico fenómeno cultural, pronto ha terminado embargando todas las facetas de la vida social de una buena parte de las élites culturales de nuestro país, considerando «élites culturales» a aquellas que fuera de comportarse como monos de circo amaestrados, leen, se informan, y tienen criterio propio.

Ahora los hombres del campo y los de la carretera ya no ensucian sus tractores y camiones con banderas autonómicas o sindicales cuando protestan, sino que los engalanan con la bandera nacional. El Hispanismo es algo que ahora invade buena parte de la temática de nuestras redes sociales, de las mesas de novedades en las librerías, y hasta se enseñorea en el Congreso, aún ante la mirada atónita de los que creían imposible tener allí asiento, sin antes vender su alma.

Sin duda, en medio de un mundo patético, ese mirar atrás para redescubrir verdaderamente quiénes somos –y no lo que nos cuentan que somos– es como ese paso atrás que da el atleta ante la línea de salida para lanzarse como un rayo. Sin ser conscientes todavía de ello, estamos viviendo un rarísimo y emocionante proceso de vertebración histórica, como el que gracias a los Graco, Cicerón o Virgilio, convirtió a la decadente República de Roma, en el imperio universal que nos amamantó. El que a través de sus abadías y monasterios, redescubrió nuestro legado romano-visigótico, insuflando nueva vida a la Hispania que agonizaba en Asturias, o más recientemente, el Risorgimiento, o la KulturKampf, que transformaron, después nada menos que de dos mil años, a unos señoríos semi-feudales, en las actuales Italia o Alemania.

Y en gran parte, mucho de todo esto se lo debemos a un español de Colombia, como le gustaba autodefinirse, a Pablo Victoria. Un señor que nos enseñó hace sólo diecinueve años quién era y qué hizo un desconocido Blas de Lezo, en un tiempo en el que nadie, absolutamente nadie, sabía quién era el «medio hombre» que hoy honra plazas, monumentos, barcos, calles…

Todavía recuerdo la noche 2005 en la que nos presentaron los pioneros malagueños del hispanismo, Álex González Herrera y Carlos González Olmedo. Habíamos quedado a cenar en El Espejo, del Paseo de la Castellana. Pedro Fernández Barbadillo había tenido la osadía de publicarle a Pablo Victoria la hazaña del desconocido Blas de Lezo en la editorial Áltera, y Álex del Rosal había sido más temerario todavía, editándome «Complejos históricos de los españoles», lo que nos honró, nada menos, que con una querella interpuesta por Comisiones Obreras ante el Tribunal Supremo por apología del antisemitismo y la Inquisición…

–«Pablo, ¿Cómo coño se te ocurre titular a tu libro 'El día que España venció a Inglaterra', cuando durante tres siglos no hemos parado de darles palos, hasta en el cielo de la boca?, me atreví a preguntarle al poco de ser presentados…

–Dale tiempo al tiempo, Juan. A los españoles les han mentido hasta tal punto sobre su historia, que el mero hecho de saber que un día, un solo día, derrotaron a Inglaterra, les hará interesarse… ya verás como el resto de la verdad, lo descubren ellos solos… proféticamente me contestó.

El pasado 18 de Julio, felicitaba a Pablo Victoria, precisamente por la conmemoración del último proceso de vertebración histórica de España, quien me respondió con un «Como San Pablo me caí del caballo, pero sigo batallando por la vida…». Una batalla que ha ganado, alcanzando la meta, pasando del tiempo a la eternidad, para hacer desde allí, guardia junto a los luceros, a la espera de que pronto vuelva a reír la primavera.