Alain Delon (1935-2024)
El emblemático actor francés
Protagonista de ‘Rocco y sus hermanos’, ‘El Gatopardo’ y ‘La piscina’, fue para Francia una figura nacional
Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold
Fue actor y uno de los mayores iconos culturales de Francia de los últimos 50 años.
Pocos intérpretes han logrado abrir más las fronteras de Francia que Alain Delon, un intérprete que destacó tanto en la Nouvelle Vague como en el nuevo noir francés y que se convirtió en un cliché de la época y en uno de los actores más guapos y carismáticos de su generación.
Hijo de una familia adinerada, Delon abandona el hogar familiar a la edad de cuatro años después de que sus padres se divorciaran y no llegaran a un acuerdo de custodia compartida. Es adoptado por una familia y, más tarde, llevado a diversos internados de los que le iban expulsando sistemáticamente, tal era su compartimiento retador y rebelde. A los 14 años deja la escuela y a los 17 se va tres años a hacer el servicio militar en la Guerra de Indochina. Tras ser licenciado con deshonor, un desubicado Delon vuelve a Francia a enganchar pequeños trabajos hasta que su presencia física llama la atención de la actriz Brigitte Auber, que le invita a acompañarle al Festival de Cannes. A partir de ese momento, su vida cambia para siempre.
En 1957, debuta en el cine de la mano de Edwige Feuillére. Cuando la mujer se involucra, tras lo que encadena algunos trabajos, donde empieza a demostrar que la cámara le adora, como Una rubia peligrosa, donde debuta Jean-Paul Belmondo, A pleno sol, basada en la novela El talento de Mr. Ripley, o Amoríos, donde conoció a Romy Schneider, con quien empezó una relación que duró cinco años. Las tres películas son un gran éxito en Francia y por ellas recibe críticas elogiosas. Pero lo que realmente le hace saltar a la fama es su papel protagonista en Rocco y sus hermanos, de Luchino Visconti, una de las películas más paradigmáticas del neorrealismo italiano. Es 1960 y Alain Delon está en la cima.
Al año siguiente debuta en el teatro con Romy Schneider, de nuevo dirigido por Visconti. Con la crítica rendida a sus pies, su nombre suena para protagonizar el Lawrence de Arabia de David Lean y se une en Amores célebres con la gran estrella femenina del cine galo, Brigitte Bardot. Antes de convertirse en la imagen del nuevo noir francés hace tres importantes películas con las que se convierte definitivamente en estrella: El eclipse de Michelangelo Antonioni, La piscina de Jacques Deray y El gatopardo, de nuevo con Visconti.
A finales de los 60 y durante los 70, protagoniza importantes películas de género como El silencio de un hombre, El clan de los sicilianos, Círculo rojo, Crónica negra, Scorpio o Borsalino & Cia. A partir de entonces, sus incursiones en el cine son con papeles menos redondos y emblemáticos, entrando y saliendo de vez en cuando de la comedia y de Hollywood, que siempre le tentó, pero sin ningún gran éxito. Probó suerte en la dirección en películas interesantes como Por la piel de un policía o Cerco de muerte, y ya en los 90, los emblemáticos directores de la Nouvelle Vague, Jean-Luc Godard y Agnes Varda, le dirigieron en Nueva ola y Las cien y una noches, respectivamente.
Gran coleccionista de arte y padre de cuatro hijos, entre la cantidad inmensa de honores y reconocimientos que fueron salpicando su carrera, destacan el Premio César que recibió en 1985 y la Palma de Oro honorífica del Festival de Cannes de 2019. Además, Francia le honró nombrándole Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor y Oficial de la Orden Nacional del Mérito.