Periodista cultural dotado de mucha creatividad

Corría el año 2018 cuando The Conversation surgió como una bocanada de aire fresco en un panorama digital que ya había alcanzado, por así decirlo, su velocidad de crucero. Lo que significaba, entre otras cosas, que la banalidad se iba sedimentando en un sector que estaba dejando de ser novedoso, con una acumulación de webs, informativas o no, a cada cual más banal. Pues bien, The Conversation logró romper esa rutina con su lema «promovemos la conversación entre los que saben y los que quieren saber».

Su autor fue el primer redactor jefe de la publicación y su posterior director, el periodista Luis Felipe Torrente Sánchez-Guisande, que, durante seis años, hasta que sus fuerzas se lo permitieron, se ciñó a lo que había acuñado. Dicho de otra forma: hizo de The Conversation una publicación rigurosa destinada a un público exigente y deseoso de ampliar conocimientos en diversos campos del saber, pero despojada de un elitismo inalcanzable. En los días que precedieron su partida de este mundo, seguía retuiteando artículos de temática variada, que abarcaban desde el constante cambio de tamaño de la Torre Eiffel hasta las distintas formas de crear contraseñas seguras, hasta la «evolución de los museos, de lo vertical a lo horizontal, de lo exclusivo a lo inclusivo, del discurso unidireccional al diálogo coral». Lo mejor de la divulgación para huir de la vulgaridad dominante.

Un legado periodístico que fue posible gracias a la experiencia previa que este licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca fue atesorando en las secciones de Cultura de buena parte de los medios del Grupo Prisa, entre ellos Canal Plus, CNN + y Cuatro –en el conglomerado montado por Jesús Polanco fue el guionista de un interesante documental sobre Manuel Chaves Nogales– y también en la web progresista Ctxt, de cuyo equipo fundador formó parte. Mas su originalidad también le venía por la vía genética: era uno de los hijos del novelista Gonzalo Torrente Ballester y de su segunda esposa Fernanda Sánchez-Guisande.