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Armand de Fluvià (1931-2024)

Maestro de genealogistas y heraldistas

Investigador de indiscutible rigor, fue también uno de los promotores de la causa homosexual en pleno franquismo

Nació el 17 de octubre de 1931 en Barcelona, done ha fallecido el 6 de septiembre de 2024.

Armand de Fluvià i Escorsa

Heraldista

Heraldista y genealogista de altos vuelos, fue Asesor de Genealogía y Heráldica de la Generalidad de Cataluña a partir de 1991 y Académico Correspondiente de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Fue galardonado con numerosos premios.

En un universo propicio a vanidades como el genealógico y el heráldico, Armand de Fluvià i Escorsa tuvo la honestidad y la inteligencia -mejor anticipar uno mismo antes de que se encarguen los demás- de publicar que no había rastro alguno de hidalguía en su árbol genealógico. Procedía, en cambio, de una señera familia de la burguesía catalana por la línea de varón: su padre, llamado como él, fue un pianista y compositor de cierta relevancia; su abuelo, Pius, dramaturgo, mientras que su bisabuelo, Dionís, se desempeñó como empresario metalúrgico.

Él mismo quiso forjarse su propio nombre en la Genealogía y la Heráldica tras estudiar Derecho en Barcelona. Lo menos que se puede decir es que su legado es uno de los más densos en esas dos materias: una quincena de libros, entre los que destacan un «Diccionario General de Heráldica», «Los condados y vizcondados primitivos de Cataluña», «Los cuatro palos: el escudo de los Condes de Barcelona» o «Manual de Heráldica y técnica del blasón». Más controvertido fue «La apropiación de símbolos nacionales de Cataluña por parte de historiadores aragoneses». Las opiniones son libres, pero ningún conocedor del sector pone en cuestión el rigor de De Fluviá a la hora de investigar.

Por eso su labor fue plasmada en una multitud de cargos y reconocimientos. Enumerarlos podría resultar interminable. Los dos más relevantes fueron su nombramiento, en la primavera de 1991, como Asesor de Genealogía y Heráldica de la Generalidad de Cataluña, dependiente del Departamento de Presidencia; un Cronista de Armas, en la práctica, de la Comunidad Autónoma. De Fluviá era, asimismo, Académico Correspondiente de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía.

También conviene destacar que su objetivo consistió siempre en buscar la verdad, incluso al precio de generar enemistades. En esa línea, en 2010 publicó «Historia de una falsificación nobiliaria: La baronía de Gavín en Aragón», obra en la que demostraba la naturaleza fraudulenta del proceso de rehabilitación de ese título, culminado en 1981, sin que su hallazgo provocara reacción alguna por parte de nadie.

Sí que ha llamado la atención, y mucho, el compromiso público de De Fluviá: homosexual que nunca ocultó su condición -le daba igual quedar bien o mal-, se atrevió en pleno franquismo a fundar el Movimiento Español de Liberación Homosexual, inicio de un periodo irreversible de apoyo a esa causa. Lo que le hizo merecedor de una corta estancia entre barrotes en 1957 fue su alineamiento con otra causa bien distinta, la representada por el Conde de Barcelona, siendo incluso este frecuente visitador de Estoril miembro de la Secretaría Política de quien era entonces jefe de la Casa Real Española. Sin embargo, con el paso del tiempo, no ocultó su desafecto hacía la Monarquía, teniendo palabras excesivamente severas hacia el Rey Juan Carlos, al tiempo que exhibía un independentismo cada vez más montaraz.