Gerlinde Strobawa (1949-2024)
La chivata de la Stasi comunista que nunca pidió perdón
Colaboradora activa de la policía política de Alemania Oriental en las postrimerías del régimen comunista, en democracia gozó de impunidad mediática y judicial durante casi veinte años
Geraldine Strobawa
Nació el 23 de enero de 1949 en Altkünkendorf (Alemania) y falleció el 29 de agosto de 2024 en Potsdam
Funcionaria educativa del régimen comunista, afiliada al partido único Sed, en democracia fue diputada del Parlamento federado de Brandeburgo entre 1990 y 2012.
En noviembre de 2009 se hicieron públicos los nombres de los diputados del Parlamento del Estado federado de Brandeburgo –capital: Berlín– que, antes de la caída del régimen comunista de Alemania Oriental, acaecida en noviembre de 1989, que habían colaborado con su tristemente célebre policía política, la Stasi. Sus nombres: Axel Henschke, Gerd-Rüdiger Hoffmann, Kerstin Kaiser, Michael-Egidius Luthardt, Hans-Jürgen Scharfenberg y Gerlinde Strobawa. Todos ellos pertenecían al grupo parlamentario de Die Linke (La Izquierda), partido en el que se reciclaron decenas de prebostes comunistas una vez instaurada la democracia.
Lo hicieron, al principio, en total impunidad: por la benevolencia –muchas veces plasmada en la impunidad mediática– de la que suelen beneficiarse quienes han servido a aquellos regímenes, a menudo con la inestimable ayuda de sus antenas intelectuales y mediáticas. La impunidad inicial también se debió a la inevitable tardanza en desenmarañar y analizar los archivos. Mas el desarrollo de ese proceso no es óbice para que se vaya filtrando informaciones de interés público.
En el caso de Srobawa, se sabía desde noviembre de 1991 –un año después de su primera elección democrática en Brandeburgo– que sus vínculos con la Stasi habían sido estrechos. Sin embargo, pese a esta revelación, Die Linke la siguió presentando como candidata en los comicios sucesivos. Llegó incluso a ser vicepresidenta del Parlamento federado, dimitiendo del cargo solo cuando la «Comisión para el control de los miembros del Parlamento federado de Brandeburgo por parte de la Stasi» hizo públicas sus conclusiones definitivas. Con todo, conservó su acta de diputada tres años más, hasta noviembre de 2012.
Unas conclusiones de las que se desprendió que Strobawa, una discreta funcionaria del aparato administrativo comunista –prestaba sus servicios en el municipio y región de Francfort sobre Oder– trabajó «no oficialmente» en el departamento XX/2 de la administración del distrito de Frankfurt (Oder) del Ministerio de Seguridad del Estado desde al menos 1988 hasta 1989. Ella eligió el nombre en clave «Marisa». Inicialmente, el ministerio la clasificó como empleada no oficial para asegurar y penetrar en el área de responsabilidad (IMS), y desde el 13 de enero de 1989 como empleada no oficial en operaciones especiales (IME).
En conversaciones individuales con el alto funcionario [de la Stasi] Stolzmann, Stobrawa proporcionó información sobre su suplente oficial en el momento de su labor como jefa del Departamento de Juventud, Cultura Física y Deportes del Consejo Regional de Frankfurt (Oder). En opinión de la Comisión, esta información iba más allá del alcance del servicio y tenía contenido denunciatorio. «No se puede demostrar que el contacto oficial con la agente de la Stasi Stolzmann se limitara a sus funciones oficiales como jefa de departamento», como la interesada afirmó. Dicho en otras palabras: el hecho de tener que coordinar, por obligación legal, con la Stasi los viajes, turísticos y formativos, de jóvenes palestinos y sirios a Alemania Oriental no la exime de su condición de colaboradora activa de la policía política. Después de su dimisión como parlamentaria, poco se supo de Strobawa, Excusas o lamentos, ninguno. Faltaría más.