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Luis OrtizGTRES

Luis Ortiz (1944-2024)

El último chori de Marbella

Animador de la jet set marbellí, en el caso de Luis Ortiz esa forma de vida resultaba sorprendente por ser hijo de un censor de televisión. Con esas urdimbres era lógico que encontrara en la bisnieta del kaiser alemán, a la horma de su zapato

Nació en 1944 y falleció el 16 de septiembre en Marbella

Luis Ortiz

Figuras emblemáticas de la época dorada de Marbella

Luis estaba enfermo, se le trataba en el hospital de la Costa del Sol donde vivían en su fabulosa casa lejos del mundanal ruido de la Marbella que el matrimonio ayudó a crear.

Llamándose Luis Ortiz, era fácil que a continuación se preguntase ¿y quién es Luis Ortiz? La respuesta siempre ha sido; el marido de Gunilla. A quien requería más explicación se le aclaraba; Gunilla Von Bismarck. Desde hace tres décadas, desde 1989, se matizaba «es el exmarido de Gunilla». Una aclaración banal porque ese divorcio tuvo sólo consecuencias legales y fiscales para ellos porque en lo demás han seguido juntos los 35 años siguientes, hasta su fallecimiento este martes 17 de septiembre.

Luis estaba enfermo, se le trataba en el hospital de la Costa del Sol donde vivían en su fabulosa casa lejos del mundanal ruido de la Marbella que el matrimonio ayudó a crear. Sí, ellos tan acostumbrados a la fiesta y a los eventos, para vivir preferían alejarse a su montaña. Luis estaba enfermo y lo primero que te prohíben es fumar pero él seguía fumando rubio americano y lo sé porque, de mis últimos cigarrillos hace dos veranos, fueron suyos. Luis nació rebelde, contra las normas, contra lo tradicional, contra lo establecido y ha muerto así. Al más fiel estilo de Los Choris (o Los Chorys) de Marbella, los tres amigos que se lo bebieron todo, lo bailaron todo y lo disfrutaron todo hasta que les faltaban las fuerzas. Eran los animadores de la jet set marbellí. En el caso de Luis Ortiz esa forma de vida resultaba sorprendente por ser hijo de un censor de televisión. Con esas urdimbres era lógico que encontrara en la bisnieta del canciller Von Bismarck, a la horma de su zapato.

Ambos antinormas, extravagantes, divertidos, ingeniosos, inteligentes y que no le impedía comentarme alguna anécdota de las que sucedían en un programa tan incorrecto como Sálvame. Sí, la condesa alemana y su ex marido veían ese desprestigiado programa y se divertían tanto como lo que sus extravagancias provocaban en los demás. Salían menos, algo lógico por el peso de la edad, pero también porque su Marbella ya no existe. Tenían que echar en falta a Jaime de Mora y Aragón, el hermano de la reina de los belgas, Fabiola y al príncipe Alfonso de Hohenlohe o a Olivia Valere. Sin embargo, se encontró que su pequeña familia, la formada por su ex mujer, su hijo y sus nietos eran, en esta época de su vida, su paraíso.

Siempre le he escuchado a Gunilla decir que «Luis es el amor de mi vida, es inteligentísimo y divertidísimo». La vida de Luis Ortiz ha sido superlativa y todos le recordarán así. Delgadísimo, espigado y con ese buen sentido del humor que lo hizo irrepetible.