Un hombre bueno en todo el sentido de la palabra

Comenzó su carrera en El Ideal Gallego de La Coruña. Y desde allí pasó al diario de la editorial católica, el Ya del que llegó a ser subdirector.

Es autor prolífico de numerosas obras como «La rebelión de los campesinos gallegos»; «Nuevo periodismo para el nuevo milenio»; «Redacción periodística para la generación digital»; «¿Cómo escribir en Internet?;» «Obituario o necrológica, un género periodístico con futuro»; «Educar para hacer y ver televisión en España»; «En la pendiente de otra guerra civil»; «Duelo por el pasado»; Y también coautor de otros libros, como «Redacción para periodistas»; «Informar e interpretar»; «La lengua, compañera de la transición política española»; «Lengua y comunicación, normas frente a uso»; «El español en la prensa escrita»; «Pasado, presente y futuro de la libertad de expresión»; «Historia de Ya, sinfonía con final trágico».

Ejerció como profesor de redacción enfocada a periodistas en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, de la que fue vicedecano en tiempos del decanato de Luis Togores, quien le encargó la hercúlea tarea de sacar adelante un periódico de gran tirada impreso en papel hecho por alumnos de la propia facultad que incluso se hacía diario en las jornadas del congreso de Católicos y Vida Pública que se celebraban en la Universidad CEU San Pablo. El éxito de El Rotativo lo llevó a ser creado también en Valencia por dos miembros de la redacción madrileña: Elías Durán y Sandra Vallejo, en la Universidad Cardenal Herrera donde aún pervive con éxito y ha colaborado con El Debate en las páginas de La Pizarra y posteriormente.

El doctor José R. Vilamor también impartió clases en el máster del diario El Mundo.

Una de las últimas obras de Pepe Vilamor estaba dedicada a la muerte en diferentes culturas. Se titulaba «Viviremos para siempre detrás del arcoíris».

Vilamor no sólo sacó adelante el periódico El Rotativo sino que con su equipo en el que estaban los doctores Álvaro de Diego y Elías Durán y el periodista Gustavo Morales, asumió otros encargos realizados al CEU como la revista de la Policía cuando era su director general Juan Cotino y también y la publicación del Centro de Fundaciones del antiguo ministro de la Unión de Centro Democrático Ignacio Camuñas.

Pepe Vilamor, como era conocido por sus alumnos y compañeros, era un hombre de buen humor, proclive a la sonrisa con cierta cachaza gallega y amigo de recordar cosas de su tierra, vestido con una pulcritud que bordeaba el dandismo y era afable. Era un hombre bueno en todo el sentido de la palabra.