Boxeador con una zurda de leyenda

El tinerfeño Domingo Barrera Corpas se inició en el boxeo a principios de los sesenta y lo hizo de forma fulgurante, ganando cuatro campeonatos de España consecutivos entre 1963 y 1966: los dos primeros en la categoría de ligeros y los dos siguientes en la de superligeros. Suficiente bagaje como para que, en mitad de este gran recorrido, fuera seleccionado para representar a España en los Juegos Olímpicos de verano de 1964, celebrados en Tokio en 1964. En la capital nipona, como recuerda El Día, «el tinerfeño ejecuta actuación sensacional. Derrota al alemán oriental Schmitt, al argentino Héctor Pace y le dan perdedor, en un veredicto muy cuestionado, frente al zurdo irlandés Jimmy Derek». Barrera Corpas se recuperó en el ámbito internacional obteniendo una honorable plaza de segundo en un campeonato mundial militar.

El paso de la condición de aficionado a profesional no truncó, en un principio, su buena racha: en su estreno, el 5 de noviembre de 1966, venció por KO técnico a su paisano José Fontes «Calderín» en la cuarta ronda. Después, Barrera Corpas obtuvo una veintena de victorias hasta que el 15 de junio de 1968 fue derrotado por Juan Albornoz en la final del campeonato nacional de peso superligero, perdiendo in extremis por puntos tras doce asaltos. Dos años después volvió a pujar por el mismo trofeo.

Era el 20 de marzo de 1970, y en Madrid Barrera Corpas fue batido por Antonio Ortiz por puntos en un combate que se prolongó durante doce asaltos. La racha negativa se prolongó al año siguiente cuando cayó ante el argentino Nicolino Loche en la final del mundial de superligeros, repitiendo experiencia negativa meses después contra el italiano Bruno Arcari, por KO en el último asalto. Su última victoria fue en el campeonato nacional de superligeros contra Enrique Levy en 1973. Se retiró poco después con un notable balance de cuarenta victorias profesionales, veinte de ellas por KO, frente a diez derrotas. Sobre todo, dejó el recuerdo de una zurda excepcional.