Mario Armero (1958-2024)
Referente empresarial y modernizador de la patronal del automóvil
Pilotó la renovación e impulso de Anfac y abogó por atraer a España la fabricación de vehículos eléctricos
Mario Armero Montes
Empresario
Logró además impulsar los planes PIVE, palanca para la renovación del parque automovilístico, y diseñó el Plan Tres Millones, que aunque no logró su objetivo último, sí sirvió para revitalizar la fabricación automovilística tras el bajón sufrido tras la crisis financiera
Se apaga una de las voces propias del mundo empresarial español. Mario Armero (Madrid 1958), ex presidente de General Electric para España y Portugal y ex vicepresidente ejecutivo de Anfac, la patronal de los fabricantes de vehículos, falleció este lunes, víctima de un cáncer de rápido e inesperado avance. De formas extremadamente educadas y prioridades claras, Armero pilotó la renovación e impulso de Anfac y abogó por atraer a España la fabricación de vehículos eléctricos, cuyo futuro apenas se atisbaba entonces en el horizonte.
Hijo de José Mario Armero, fundador de la agencia de noticias Europa Press, el empresario fue vicepresidente de Anfac entre enero de 2012 y diciembre de 2019, estrenando una fórmula que le permitió llevar la batuta del día a día de la organización mientras la representación continuaba recayendo en un presidente del sector. En aquellos años logró además impulsar los planes PIVE, palanca para la renovación del parque automovilístico, y diseñó el Plan Tres Millones, que aunque no logró su objetivo último, sí sirvió para revitalizar la fabricación automovilística tras el bajón de post crisis financiera.
«Su trabajo ha conseguido modernizar la asociación y situarla como una de las principales organizaciones empresariales de España, una posición inestimable para velar por los intereses de la industria de la automoción española y de sus 17 fábricas», destacó el entonces presidente de la asociación, José Vicente de los Mozos.
Licenciado en Derecho por la Complutense, inició su carrera profesional en el bufete familiar, que años después se integraría en Uría & Menéndez. Después recaló en la operadora de telecomunicaciones AT&T España, antes de saltar a General Electric Plastics en 1992 y presidir el gigante americano en España y Portugal entre 1999 y 2008. Por entonces presidió también el American Business Council, que reúne a las empresas estadounidenses más importantes en nuestro país, y recibió el premio de directivo del año de la Asociación Española de Directivos (AED).
«Era un gran profesional, un gran abogado y una gran persona, con unas relaciones personales absolutamente únicas», recuerda José Ramón Riera, que coincidió con él entre 1997 y 2002. «Bastaba levantar el teléfono e inmediatamente se ponía en marcha para ayudar en cualquier cosa. Siempre que alguien necesitaba algo, allí estaba él», cuenta.
En 2008 dejó GE y asumió el cargo de consejero delegado de la constructora Corporación Llorente (Collosa), elevando su facturación un 62 % durante su primer año, según recuerda Cinco Días. Después pasó a presidir Ezentis hasta septiembre de 2011, durante un breve período de 20 meses en el que reestructuró la deuda y pilotó la integración con Sedesa.
En sus últimos años, ya más alejado de la primera línea de los focos, no dejó de participar en algunos de los actos de AED. Además, continuó pilotando los intereses de Global Infraestructure Partners (GIP) en Naturgy, y fue designado el año pasado presidente para Iberia de la gestora francesa Tikehau Capital. Era, igualmente, socio de la firma estadounidense de cazatalentos N2Growth, y de Ergon Capital; y ocupó cargos de responsabilidad en los consejos de Indo, Bankinter Consumer y Palex Medical.