Mons. José Luis Azcona (1940-2024)
Defensor de los pobres y de la sana doctrina
Oriundo de Navarra, dejó huella en la diócesis brasileña de Marajó, cuyos destinos rigió durante 29 años
José Luis Azcona Hermoso
Sacerdote
Recibió la ordenación sacerdotal en 1963 y la episcopal en 1987
«Lo que está sucediendo refleja de manera negativa los principios teológicos y pastorales presentes en el Instrumentum laboris [documento oficial del Sínodo sobre Amazonia]. Me refiero a lo que ha sucedido y que muchos hermanos han visto y saben, pero para lo cual se necesita el discernimiento del Espíritu Santo, ese que tanto menciona nuestro querido Papa Francisco. Y debemos distinguir lo que proviene del diablo o de la mente humana, de lo que proviene del Espíritu Santo. Este discernimiento es fundamental para pertenecer a la Iglesia y mucho más para evangelizar». Con esa nitidez doctrinal se expresó monseñor José Luis Azcona en lo tocante al riesgo de mezclar el catolicismo con ritos indigenistas. Se refería de modo especial a la controvertida ceremonia de la «Pachamama».
Era 2019 y monseñor Azcona ya llevaba tres años retirado del gobierno de la diócesis de Marajó, una isla costera situada al norte de Brasil, en la desembocadura del Amazonas. Sin embargo, conservaba todo su predicamento entre los fieles, razón por la cual la autoridad eclesial le impuso abandonar el territorio diocesano, donde se había quedado a vivir. La sanción contra el prelado no llegó a aplicarse debido a las firmes protestas de un sector importante de la población local.
El motivo de la reacción popular se explica por el buen recuerdo que dejó monseñor Azcona entre sus administrados, a los que durante 29 años guio combinando la sana doctrina con la defensa de los más desfavorecidos. El prelado oriundo de Navarra siempre denunció la prostitución, la trata de mujeres y niños, así como el saqueo de los recursos naturales en la zona, llegando a ser amenazado de muerte. Pero sin apartarse nunca del magisterio.
Monseñor Azcona había llegado a Brasil en 1985, con una sólida trayectoria en el seno de la Orden de los Agustinos Recoletos: entre los cargos que desempeñó figuran el de prior provincial de la Provincia de Santo Tomás de Villanueva, vicemaestro de novicios en el Desierto de la Candelaria, en Colombia y maestro de novicios en Los Negrales, Madrid. Era doctor en Teología Moral.