Reformador de la sanidad pública durante la Transición

El doctor Luis Valenciano Clavel desempeñaba el cargo de subsecretario de Sanidad cuando estalló el escándalo del aceite de colza en 1981, exhibiendo una independencia de criterio frente a su superior directo, el ministro de Sanidad Jesús Sancho Rof. Mientras este último abogaba por tranquilizar a la población, el alto cargo, que no estaba afiliado a la Unión de Centro Democrático pidió prudencia, argumentando que se trataba de una enfermedad desconocida. Los hechos terminaron por darle la razón. Sobre todo, se mantuvo en su puesto, que ocupó, junto al de director general de Salud Pública, bajo cuatro ministros del ramo durante la época de la Transición.

El escándalo del aceite de colza no fue la primera ocasión en que el doctor Valenciano se enfrentaba a la opinión dominante en el aparato administrativo de la Sanidad Pública: años antes, en 1964 –tenía entonces 28 años– sorprendió al iniciar una campaña para que en España se aprobase la vacuna oral contra la poliomielitis. De nuevo encontró resistencias y, de nuevo, volvió a acertar: la vacunación desembocó en la erradicación de aquella enfermedad.

Otra de las consecuencias fue la creación del Centro Nacional de Virología, en el que prestó sus servicios, prácticamente hasta que se incorporó al Ministerio de Sanidad. Después de su etapa en el sector público, el doctor Valenciano trabajó en el laboratorio Wellcome, pionero de la lucha contra el Sida en España a través del fármaco Azt. Compaginó esta actividad con la participación –que mantuvo hasta fechas recientes– en iniciativas culturales como los Premios Jaime I, de cuyo consejo asesor fue miembro.

En el plano familiar, era hijo del prestigioso psiquiatra Luis Valenciano Gayá y padre de la política socialista Elena Valenciano. Aunque mantenían posturas enfrentadas sobre el aborto: como recuerda en su blog Elentir Vigo, el progenitor defendía el derecho a la vida desde la concepción.