Artífice de la consolidación de la histórica farmacéutica familiar

Joan Uriach i Marsal entendió muy rápidamente que la innovación era el inevitable requisito para que la marca farmacéutica fundada por su bisabuelo Joan Uriach y Feliú allá por 1838 en una droguería del barrio barcelonés del Born no saliera del redil fa familiar. Como muchas otras empresas del sector farmacéutico y de otros. Pero con una originalidad: ir comprando paulatinamente las acciones pertenecientes a sus parientes más lejanos para evitar la fragmentación del núcleo.

Esta iniciativa fue acompañada de otra que, con el paso del tiempo: sus familiares directos, pese a figurar en puestos directivos de la empresa no tienen por qué ocupar la presidencia, al igual que los Ford o los Peugeot en el universo automovilístico. Con arreglo a este modo de gobernanza, en la actualidad, su hijo Enrique está a la cabeza del Consejo de Propietarios, mientras que la presidencia del consejo de administración y la consejería delegada las asumen dos personas ajenas al entorno familiar, Luis Cantarell y Oriol Segarra, respectivamente. El hecho de ser el típico hereu, no ha sido óbice para que Uriach haya dado esta muestra de pragmatismo.

Una virtud de la que también ha hecho gala en otras ocasiones, como cuando en 1965 fue uno de los primeros empresarios españoles en dotar a su marca de un departamento de investigación y desarrollo. También al crear su primera fábrica en 1971 o, más recientemente, al permitir la entrada de un accionista extranjero, el fondo inglés Icg, que hoy controla el 30 % del capital. En suma, una serie de decisiones acertadas que han permitido el Lipograsil, el Hipotensor o la Biodramina, tan eficaz para atenuar los efectos del mareo. Uriach, licenciado en Farmacia, y que amplió su formación en el Iese, se había incorporado al negocio familiar en 1955, presidiéndolo entre 1986 y 2005.